Por Harry Valentine. (Publicado el 28 de septiembre de 2009)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra
aquí: http://mises.org/story/3726.
Los estudiosos versados en las teorías de la escuela
austriaca de economía fueron capaces de presentar una perspectiva exclusiva y
creíble del colapso de las punto.com y el desmoronamiento de la burbuja
tecnológica. El maestro de la Reserva Federal había creado mecanismos con los
que había disponible crédito fácil para quienes participaran en las empresas de
alta tecnología o informática. Casi cualquier idea de negocio que pudiera
clasificarse como de los sectores de alta tecnología o informática se convertía
en virtual perceptor de dichos préstamos.
Durante los 1980, hubo múltiples innovaciones en el sector
de las telecomunicaciones que daban servicio a pequeñas empresas y
particulares. Estas innovaciones aumentaron la productividad del individuo y
los niveles comerciales y generaron la atención de los burócratas del gobierno
que vieron una oportunidad para “estimular” la economía. El resultado fue una
expansión de malas inversiones, al tiempo que hordas de emprendedores
marginales obtenían créditos baratos.
Estos sectores de alta tecnología e informática estaban
profundamente interconectados. Los mismos suministradores ofrecían servicios o
hardware a múltiples empresas.
El crédito barato dado a los emprendedores marginales hizo
que subieran los precios directamente e indirectamente afectó a múltiples
participantes en el sector, en perjuicio de todo el colectivo. Cuando se
desmorona la alta tecnología y empieza el declive de las punto.com, las
ramificaciones se extienden por todo el sector, generando un crash similar al
de 1929.
En su tratado sobre la Gran Depresión, Murray Rothbard
demostró que, al no seguir la línea del laissez-faire, que había llevado a una
rápida recuperación del colapso bursátil de 1920 y 1921, la línea
intervencionista de la administración Hoover empeoró una mala situación
económica al mantener altos los salarios. Muchos de los supervivientes del
desmoronamiento de la alta tecnología y el colapso de las punto.com tuvieron en
cuenta las advertencias de Rothbard cuando trasladaron sus operaciones al
extranjero, a la India o a China.
India y China no sólo tienen grandes masas de trabajadores
con educación suficiente en tecnología, también tienen el tipo de base
económica que necesitaban muchas empresas del sector de la alta tecnología y la
informática: una base con una ausencia de participación política al estilo
norteamericano. El empresario son libres de cómo ocuparse de sus negocios y no
están en deuda con funcionarios que han abierto generosamente la bolsa pública
para ofrecer “rentas de inversión” o “una red de seguridad”.
Se ha acusado a algunos funcionarios indios de hacer lo
contrario, es decir. Recibir dinero de las compañías tecnológicas. El que haya
habido o no algún beneficio privado en esa dirección es un asunto doméstico de
la India. Al menos ese comportamiento no ha creado distorsiones en los precios
y señales equivocadas en el mercado que causen que los empresarios malinviertan
a una escala masiva.
La secuela
En Norteamérica probablemente habrá una secuela del
desmoronamiento de la alta tecnología, esta vez en el sector de las tecnologías
verdes. Muchos gobiernos en todo el mundo están invirtiendo fondos
públicos en el desarrollo e implantación
de varias formas de tecnologías de energías renovables. Muchas compañías han
recibido ya fondos del estado y desarrollado tecnologías competitivas de
energías verdes, la mayoría para generar electricidad.
Sin embargo la crisis económica de 2008 ya ha hecho que una
jurisdicción revise sus proyecciones energéticas. Hace varios años, el servicio
público de Notario, Canadá, tenía un déficit de 32.000 millones de dólares,
preveía una escasez de varios miles de megavatios de energía eléctrica y
animaba al desarrollo de tecnologías verdes. Más tarde, el 28 de junio de
2009,en una intervención por radio en la Canadian Broadcasting Corporation, el
Ministro de Energía de Notario anunció la cancelación de dos reactores
nucleares debido a lo alto de las ofertas. El mismo reportaje anunciaba
asimismo que la agencia que supervisa la generación de energía eléctrica había
descubierto que tenía un exceso de capacidad generadora. Predijo (quizá más
acertadamente esta vez) que “la situación seguramente permanecería igual en los
próximos cinco años”. Desde entonces, Notario ha anunciado su intención de
cerrar varias centrales de energía de carbón.
Muchas jurisdicciones en toda Norteamérica y en muchos
países desarrollados pueden descubrir que la crisis económica podría reducir la
demanda de energía eléctrica. Lo que quede del mercado puede no ser suficiente
para sostener todas las compañías actualmente trabajando en la producción de
energía renovable. Por tanto es posible una agitación del mercado en forma de
un desmoronamiento de la tecnología verde.
Sin embargo, igual que el maestro trato de reestimular el
postdesmoronamiento de los sectores de alta tecnología e informática, uno o más
gobiernos tratarán de reestimular a las empresas verdes que quiebren. Esta
línea ya ha fracasado. Pero la teoría del Dr. Rothbard ha tenido éxito al
sostener lo que queda después del el postdesmoronamiento de los sectores de
alta tecnología e informática, aunque sea en la India y China.
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Harry Valentine es un investigador económico que vivió en
Sudáfrica durante varios años. Sus comentarios libertarios y sobre libre
mercado están aquí.