Una petición de los productores de todo lo relacionado con la atención sanitaria

Por D.W. MacKenzie. (Publicado el 9 de noviembre de 2009)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí http://mises.org/daily/3826.

 

Una petición de los productores de seguros de sanidad, equipos médicos, medicamentos, procedimientos de diagnóstico y quirúrgicos, terapias físicas y, en general, de todo los relacionado con la atención sanitaria.

A los miembros del Congreso y el Senado de EEUU.

Damas y caballeros:

Van por mal camino. Han abrazado teorías defectuosas en las que el gobierno produce abundancia a bajo precio: Ustedes se preocupan principalmente del destino del consumidor, sin conocer cómo podemos en el sector privado atender a sus necesidades. Ustedes desean librarles de la falta de competencia privada, es decir, crear un mercado competitivo de la atención sanitaria mediante la intervención gubernamental.

Vamos a ofrecerles una oportunidad admirable por nuestra… ¿Cómo la llamaríamos? ¿Nuestra teoría? No, nada es más ofensivo para quien está en el poder que la idea de que leyes teóricas pueden suplantar a la legislación estatal. Para ponerlo en términos que puedan entender, diremos entonces que nuestros intereses personales… nuestros intereses personales, junto con los del consumidor, están en peligro.

Afrontamos la intolerable competencia de un rival ubicado, según parece, en una condición tan superior a la nuestra que nuestro futuro es cuestionable. Este rival puede inundar el mercado de la sanidad con servicios de salud a un coste marginal increíblemente bajo. En el momento en que asoma, nuestro comercio desaparece, todos los consumidores están obligados a pagar por sus servicios, incluso quienes nos siguen comprando.

Puesto que los consumidores deben pagar a este rival aunque rehúsen sus servicios, nuestra industria afronta un posible estancamiento. Este rival, cuya influencia en el sector ya es tan grande como la luz del sol esta en guerra sin cuartel contra nosotros y sospechamos que ha sido promovida por pérfidos exsoviéticos, particularmente porque los socialistas siempre han buscado nuestra destrucción.

Ustedes son este rival.

Lo que pedimos es que se nieguen a promulgar leyes adicionales que obliguen a los consumidores a pagar la sanidad mediante impuestos. Confiamos en que no considerarán nuestra propuesta como una sátira o la rechazarán sin escuchar antes las razones que tenemos para justificarla.

Primero, si imponen una sanidad financiada con impuestos, esto dejará a los consumidores en una posición en la que deben elegir entre pagar por nuestros servicios y optar por su sanidad “gratuita”. Como ya hemos indicado, ustedes tienen poder para fijar impuestos. Los ciudadanos pagan sus servicios, lo quieran o no.

Segundo, es una triste ironía que sus calificados como servicios públicos gratuitos no sean sólo costosos, sino que normalmente cuesten más de los que podrían proveerse privadamente. Nosotros, en el sector privado, debemos sobrevivir manteniendo bajos los costes en relación con los ingresos. Ustedes no tienen esta carga.

El poder fiscal les permite afrontar altos costes o trasladar dichos costes a los ciudadanos contribuyentes. Sus burocracias están hinchadas y son inflexibles. Ustedes desperdician dinero en pagos por intereses especiales. Han fallado en financiar adecuadamente las instituciones existentes, como la Seguridad Social y Medicare.

También hay aspectos importantes en la calidad de muchos de sus servicios. Se fuerza a los consumidores a pagar impuestos directos e indirectos para financiar escuelas públicas, aunque dichas escuelas sean un total fracaso. Muchos consumidores hacen esfuerzos por pagar tanto los impuestos como una instrucción privada.

¿Pueden ofrecer garantías de que su “competencia” propuesta contra nuestra industria no será igualmente ruinosa? ¿Por qué debemos esperar sobrevivir a una competencia contra un rival con el poder de fijar impuestos? ¿Por qué deberían nuestros clientes esperar mantener su soberanía como consumidores en un sector sanitario dominado por el gobierno?

Prevemos sus objeciones, pero no hay una sola de las cosas que ustedes objetan que no hayan causado ustedes mismos. Los costes de la sanidad están aumentando, pero ustedes han impuesto mayores costes: a través de regulaciones que aumentan los costes administrativos, a través de leyes de licencias y otras restricciones a la competencia privada y a través de demandas frívolas y fraudulentas sobre malas prácticas.

Ustedes pueden responder que no tenemos mucho que perder, porque el consumidor correrá con el gasto. Tenemos lista nuestra respuesta:

Es verdad que ustedes han sacrificado a menudo los intereses del consumidor cuando se oponen a los del productor. Muchos de nosotros contribuimos a sus campañas específicamente para ganar influencia en políticas que nos afectan. Su poder puede actuar en nuestro provecho. Pero el gasto en hacer lobby para obtener privilegios políticos en nuestro sector profundamente politizado es en sí mismo una carga. A pesar de todos los beneficios de ganarnos su favor, como industria podemos fácilmente gastar tanto en costes de lobby que no ganemos nada.[1]

Par explicarlo de forma sencilla, su propuesta de actuar como un simple rival no es creíble. No podemos competir con ustedes en el mercado, porque ustedes ejercen control sobre nuestra entrada en los mercados. Más aún, poseen fuentes de financiación independientes del mercado (los impuestos).

Sus antecedentes de sacrificar los intereses del consumidor generan dudas acerca del objetivo declarado de reducirles los costes. Muchos de nosotros nos hemos beneficiado de una complicidad con ustedes en el pasado, pero rivalizar con ustedes es inútil. Dado que parece que se dedican al engaño, no podemos confiar en ustedes.

Van por el camino equivocado. Pueden creerse que están en una situación de poder ilimitado para reordenar la sociedad, pero eso no es cierto. Existen las leyes económicas y nosotros, como productores, queremos usarlas para beneficiarnos.

Su objetivo declarado de asumir un mayor control sobre la economía con el fin de mejorar el bienestar del consumidor no es creíble ni lógico siquiera. Es imposible definir los intereses económicos de los consumidores colectivamente.[2] Generalmente no tratan de servir en primer lugar a los consumidores. No confiamos en ustedes y nadie más debería hacerlo.

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D. W. MacKenzie enseña economía en la Academia de Guardacostas. (Los contenidos de este artículo no reflejan posiciones oficiales de la Academia de Guardacostas de los EEUU).

 


[1] Ver Tullock, Gordon, 1967. "The Welfare Costs of Tariffs, Monopolies, and Theft”. Western Economic Journal 5 (3): pp. 224–232.

[2] Ver Arrow, Kenneth. 1955. Social Choice and Individual Values. Nueva York: Wiley.

Published Tue, Nov 10 2009 3:33 PM by euribe

Comments

# Las nuevas regulaciones destruirán el mercado de los seguros

Thursday, December 17, 2009 11:51 AM by Mises Daily en español

Por Eric M. Staib. (Publicado el 17 de diciembre de 2009) Traducido del inglés. El artículo