Por Art Carden. (Publicado el 11 de diciembre de 2009)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí
http://mises.org/story/3679.
Este artículo se basa en mis notas de la conferencia de Jorg-Guido Hülsmann en la
Mises University “The Life and Work of Ludwig von Mises” [“Vida y obra de
Ludwig von Mises”], realizada en el Instituto Ludwig von Mises el 26 de julio
de 2009. El Profesor Hülsmann fue muy amable al permitirme escribir este
artículo aunque deriva específicamente de su conferencia.
Ludwig von Mises murió en 1973. Su libro más importante
tiene 60 años. Así qué ¿por qué es relevante? ¿Por qué deberíamos leer su obra?
¿Qué podemos aprender estudiando su vida? A la luz de la recesión actual, la
historia intelectual de los últimos dos siglos y lo que ahora sabemos de los
requisitos para el crecimiento y la prosperidad, podemos aprender mucho leyendo
y estudiando a Mises.
Un reciente
simposio en The Freeman celebró el sexagésimo aniversario de La
acción humana. Mises encarnó las virtudes de un erudito, un creador y un
héroe, por utilizar el título
de la biografía de su mentor de Murray Rothbard. Fue un ejemplo de virtudes
eruditas, coraje y compromiso con la verdad frente a una increíble oposición.
Su éxito como economista vocacional se manifiesta en el legado que deja en sus
escritos y su influencia en una generación de expertos como Fritz Machlup, F.
A. Hayek y Murray Rothbard. Su inflencia también se aprecia en el Instituto
Mises en todo el mundo y en programas académicos en la Universidad George
Mason, la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Francisco Marroquín, el
Hillsdale College, el Grove City College, la Universidad de Loyola en Nueva
Orleáns y otras instituciones. Mises nunca obtuvo el puesto académico que merecía
en Estados Unidos y durante sus años americanos fue profesor visitante en la
Universidad de Nueva York, pero se le ofrecieron puestos en UCLA y en la
Universidad de Rochester además de ser nombrado miembro distinguido de la
Asociación Americana de Economía.
Un acontecimiento temprano en la vida de Mises ilustra la
importancia de las ideas y de mantenerlas vivas. Su vida cambió en 1902 cuando
leyó por primera vez Principios
de economía política, de Carl Menger. Menger abandonó la Universidad de
Viena antes de que Mises pudiera recibir uno de sus cursos, pero Mises vio en
los Principios de economía política una alternativa claramente definida
a lo que defendía la Escuela Histórica Alemana. El sistema de Menger revelaba a
Mises una visión realista del mundo como es, con leyes claramente
definidas de la acción que se aplicaban a todos los fenómenos sociales. Mises
no pudo recibir un curso de Menger, pero pudo atender al seminario de Eugen von
Böhm-Bawerk en Viena (donde fue compañero de clase de Schumpeter y del
socialista Otto Bauer).
Después de un tiempo trabajando en un puesto muy prestigioso
del gobierno austriaco, Mises descubrió que estaba mal preparado para una vida
como burócrata. Después de trabajar un tiempo en una empresa de abogados y
descubriendo (de nuevo) que no era lo suyo, se unió a la Cámara de Comercio de
la Baja Austria. Así empezó una carrera que duró 25 años. Como miembro de la
Cámara, Mises podía comentar los asuntos políticos hablando directamente con
miembros del Parlamento y escribiendo para medios eruditos y populares.
La Primera Guerra Mundial interrumpió la carrera de Mises en
la Cámara y casi corta de cuajo su vida. Se incorporó al ejército como
teniente, pero ascendió a capitán rápidamente y se le envió al frente. Sus
colegas pensaban que era un gran riesgo y que era más valioso haciendo que las
cosas marcharan desde detrás de las líneas. Después de la guerra,
Austria-Hungría se dividió en Yugoslavia, Hungría, Austria y Checoslovaquia.
Algunas partes del imperio se incorporaron a Polonia e Italia.
Mises tuvo una profunda influencia en la política desde su
posición de profesor “extraordinario” (es decir, adjunto) en la Universidad de
Viena. A través de sus escritos teóricos, populares y políticos ayudó a Austria
a no caer en un golpe bolchevique y a no tener el tipo de inflación que se
produjo en Alemania en 1923. Se le ofreció un cargo en el Kredit-Anstalt, que
era uno de los bancos más grandes del mundo hacia 1920, pero rehusó diciendo
que el mundo estaba cerca de una gran crisis a la que no quería prestar su buen
nombre.
En 1934, Mises aprovechó la oportunidad de jubilarse
anticipadamente de la Cámara de Comercio y se trasladó al Instituto de
Graduados para Estudios Internacionales en Ginebra. El Instituto le había
ofrecido un puesto por un año, pero permaneció en Ginebra seis años. Cuando
residía en Ginebra escribió Nationalokonomie, que fue el predecesor en
lengua alemana de La
acción humana.
En la conferencia en la Mises University el Profesor Hülmann
indica que éstos fueron probablemente los años más felices de Mises. Por
desgracia, esos años felices se vieron interrumpidos por la Segunda Guerra
Mundial. Francia fue conquistada por los alemanes y luego los italianos, Suiza
estaba rodeada por alemanes e italianos, la vida se convirtió en incómoda para
los enemigos del régimen nazi… y Mises era indudablemente uno de sus enemigos.
Mises tuvo la fortuna de evitar a los nazis con tiempo suficiente para asegurarse
el pasaje a los Estados Unidos. Millones de otros no fueron tan afortunados.
Se le dieron becas de investigación de la Fundación
Rockefeller y de la Asociación Nacional de Manufacturas y posteriormente se
encontró con un nombramiento como visitante en la NYU. Durante este tiempo,
empezó su asociación con la Fundación por la Educación Económica y publicó la
primera edición de su obra magna, La
acción humana, en 1949. La acción humana ofreció una base
intelectual para el trabajo de otros autores. Por ejemplo, Murray Rothbard
escribiría Man,
Economy, and State y Power and Market basándose en La acción
humana. Todos estos textos juntos ofrecen el punto de partida y la
coherencia interna para el paradigma austriaco de finales del siglo XX.
¿Por qué fueron significativas las contribuciones de Mises?
Para saberlo, tenemos que volver a los economistas clásicos, los mercantilistas
y las dos primeras generaciones de economistas austriacos (Menger y
Böhm-Bawerk). En 1776 Adam Smith publicó
su tratado sistemático La riqueza de las naciones, que sintetizaba
varias ideas existentes y refutaba muchas doctrinas mercantilistas populares.
El mercantilismo buscaba restringir las importaciones y favorecer las
exportaciones mediante aranceles, subsidios y monopolios.
Smith argumentaba (muy eficaz y correctamente) que esto era
erróneo: para Smith la riqueza de las naciones no tenía nada que ver con el
nivel de gasto o con la oferta de dinero. Las causas reales del crecimiento
económico eran la acumulación de capital y la división del trabajo. Smith
argumentaba que bajo el “sistema simple y evidente de la libertad natural”, el
capital se asignará a las líneas de empleo en que sea más rentable. El
mercantilismo implicaría necesariamente una economía empobrecida.
La mayoría de los eruditos se conformaría con hacer una
contribución a la historia. Mises hizo tres. La primera fue su teoría del ciclo
económico, que apareció en su libro de 1912, La
teoría del dinero y del crédito (publicado cuando tenía 31 años, debo
añadir) que completaba partes del programa de investigación empezado por Adam
Smith e integraba la teoría del valor y la teoría monetaria.
Cuando el gobierno imprime dinero engaña a los inversores y
hace bajar los tipos de interés. Un tipo de interés que en otro caso diría a
los inversores las preferencias temporales de los consumidores proporcionará,
después de la expansión del crédito, una información incorrecta. Esto significa
que la gente empieza demasiados proyectos en relación con los que puede
completarse. Aprendemos de nuestro error cuando empezamos a quedarnos sin
recursos reales y los precios se ajustan para reflejar esta realidad.
Su segunda contribución importante fue su demostración de
que no puede un “cálculo económico racional” si los recursos no son de
propiedad privada. En otras palabras, no puede haber un cálculo económico
racional y con sentido bajo el socialismo, como demostró en su libro de 1922, El
socialismo.
La rentabilidad es el criterio con el que evalúan los
proyectos en la economía de mercado. Esto supone precios para entradas y
salidas, que a su vez suponen la propiedad privada y el comercio. El socialismo
se define por la propiedad común de los medios de producción, lo que significa
que no podemos disponer de comercio, precios o cálculo económico racional. Como
no hay precios, no pueden calcularse los beneficios. Por tanto, no pueden
evaluarse los proyectos.
Tercero, Mises desarrolló una nueva epistemología de la
economía y las ciencias sociales. Por ejemplo, los marxistas y socialistas
afirmaban que toda economía es ideología. Mises argumentó que la ciencia
económica es un a priori: se ocupa de un nivel de realidad inaccesible
por los sentidos. La elección es un ejemplo: sabemos que está ahí, pero no
podemos observarla: precede a la acción. Es una afirmación desarrollada en
detalle en su libro de 1933, Epistemological
Problems of Economics, su libro de 1949, La Acción humana, su
libro de 1957, Teoría
e historia y su libro de 1962, The
Ultimate Foundation of Economic Science.
Ludwig von Mises fue antes que nada un economista y
científico social que construyó todo un sistema intelectual a partir de un
principio muy simple: el hombre actúa. Por nuestra naturaleza hacemos algunas
cosas y dejamos de hacer otras. Este principio es la base de la aproximación
misesiana a la economía. Mises fue mucho más que un sabio. Fue asimismo un
ejemplo alguien que persiguió sin miedo la verdad incluso ante una increíble
oposición. Fue mediante este coraje como el último caballero del liberalismo
estableció un ejemplo a seguir para todos.
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Art Carden es profesor ayudante de economía y empresa en el
Rhodes College en Memphis, Tennessee, e investigador adjunto en el Independent
Institute ubicado en Oakland, California. Ha sido investigador en el verano de
2003 en el Ludwig von Mises Institute e investigador visitante en el American
Institute for Economic Research en junio de 2008. Sus trabajos pueden
encontrarse en página Social Science
Research Network También colabora asiduamente en Division of Labour y The Beacon.