Por Murray N. Rothbard. (Publicado el 2 de marzo de 2010)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra
aquí: http://mises.org/daily/4155.
[Prólogo de La
teoría del dinero y del crédito]
La
teoría del dinero y del crédito, de Ludwig von Mises, es simplemente
una de las más extraordinarias contribuciones al pensamiento económico del
siglo XX. Aparece como culminación y realización de la “Escuela Austriaca” de
economía y además, al hacerlo, funda por sí misma una nueva escuela de
pensamiento.
La Escuela Austriaca aparece como una burbuja de luz en el
mundo de la economía en la década de 1870 y 1880, sirviendo para derrocar al
sistema clásico o ricardiano que había llegado a un callejón sin salida. Este
derrocamiento ha sido calificado a menudo como “revolución marginal”, pero esta
etiqueta es altamente inadecuada para el nuevo modo de pensamiento económico.
La esencia del nuevo paradigma austriaco era analizar el individuo y sus
acciones y elecciones como pilares fundamentales de la economía.
La economía clásica pensaba en términos de grandes clases y
por tanto no podía ofrecer explicaciones satisfactorias para el valor, el
precio o las ganancias en la economía de mercado. Los austriacos empezaban con
las acciones de los individuos. Por ejemplo, el valor económico consistía en
las valoraciones realizadas por los individuos que eligen y los precios
resultaban de las interacciones del mercado basadas en estas evaluaciones.
La Escuela Austriaca se inició con Carl Menger, profesor de
economía en la Universidad de Viena, con la publicación de sus Principios
de economía política (Grundsätze der Volkswirtschaftstehre) en 1871.
Fue posteriormente desarrollada y sistematizada por el alumno y sucesor de Menger
en Viena, Eugen von Böhm-Bawerk, en escritos a partir de la década de 1880,
especialmente en distintas ediciones de sus volúmenes de Valor,
capital, interés.
Entre ellas y basándose en su análisis fundamental de la valoración, acción y
elección individual, Menger y Böhm-Bawerk explicaban todos los aspectos de lo
que hoy se llama “microeconomía”: utilidad, precio, intercambio, producción,
salarios, interés y capital.
Ludwig von Mises era un austriaco de “tercera generación”,
un estudiante brillante en el famoso seminario de grado de Böhm-Bawerk en la
Universidad de Viena en la primera década del siglo XX. El gran éxito de Mises
en La teoría del dinero y del crédito (publicada en 1912) fue tomar el
método austriaco y aplicarlo una manifiesta y vital laguna en la teoría
austriaca: la amplia área macroeconómica el dinero y los precios en general.
Porque la teoría monetaria seguía languideciendo en el molde
ricardiano. Mientras que la teoría “micro” general se basaba en el análisis de
la acción individual y construía los fenómenos de mercado a partir de los
bloques de la elección individual, la teoría monetaria seguía siendo
“holística”, ocupándose de agregados muy alejados de las elecciones reales. De
aquí la separación total de las esferas micro y macro. Mientras que todos los
demás fenómenos económicos se explicaban por la acción individual, la oferta de
dinero se consideraba como algo dado y externo al mercado y se pensaba que la
oferta afectaba mecánicamente a una abstracción llamada “el nivel de precios”.
No aparecía el análisis de la elección individual que ilustraba el área
“micro”. Las dos esferas se analizaban totalmente separadas y sobre diferentes
fundamentos. Este libro realizó la asombrosa tarea de integrar la teoría
monetaria y la micro, de construir una teoría monetaria bajo los fundamentos
individualistas del análisis económico general.
Eugen von Böhm-Bawerk murió poco después de la publicación
de La teoría del dinero y del crédito y los ortodoxos böhmbawerkianos,
encerrados en su viejo paradigma, rechazaron aceptar la nueva ruptura de la
teoría del dinero y los ciclos económicos. Mises por tanto tuvo que emprender
la dura tarea de fundar su nueva escuela de pensamiento neo-austriaca o
misesiana. Tenía la desventaja del hecho de que su puesto en la Universidad de
Viena no estaba pagado; aún así, durante toda la década de 1920 muchos
estudiantes brillantes acudieron en masa a su Privatseminar.
En el mundo angloparlante, la aceptación de las ideas de
Mises estaba gravemente dificultado por el simple pero significativo hecho de
que pocos economistas leían otro lenguaje distinto del inglés. La teoría del
dinero y del crédito de Mises no se tradujo al inglés hasta 1934 y fue el
resultado de dos décadas de olvido de las ideas misesianas. El análisis del
saldo de caja se desarrolló a finales de la década de 1920 en Inglaterra por
parte de Sir Dennis H. Robertson, pero su visión era holística y agregativa y
no se basaba en la acción individual.
La teoría de la paridad del poder de compra llegó sólo a
Inglaterra y Estados Unidos a través de la forma defectuosa y diluida propuesta
por el economista sueco Gustav Cassel. El desconocimiento de la teoría de
Cuhel-Mises de la utilidad marginal ordinal permitió a los economistas
occidentales, liderados por Hicks y Allen a mediados de la década de 1930,
desechar completamente la utilidad marginal a favor de la falsa “curva de
indiferencia”, ahora familiar en los libros de texto de micro.
La integración de Mises de la teoría micro y macro, su
desarrollada teoría del dinero y el teorema de la regresión, así como su
sofisticado análisis de la inflación fueron totalmente ignorados por
economistas posteriores. La idea de integrar la teoría macro en bases micro está
más alejada que nunca de la práctica económica actual.
Sólo llegó al mundo angloparlante la teoría del ciclo
económico de Mises y esta proeza se logró más por medios personales que
escritos. El extraordinario seguidor de Mises, Friedrich A. von Hayek, emigró a
Londres en 1931 para asumir el puesto de profesor en la London School of
Economics. Hayek, que se había concentrado en desarrollar las ideas de Mises en
una teoría sistemática del ciclo económico, se las arregló rápidamente para
convertir a los mejores de la nueva generación de economistas ingleses y uno de
los más brillantes de este grupo, Lionel Robbins, fue responsable de la
traducción al inglés de La teoría del dinero y del crédito.
Durante unos pocos años gloriosos a principios de la década
de 1930, esas jóvenes luminarias de la economía inglesa como Robbins, Nicholas
Kaldor, John R. Hicks, Abba P. Lerner y Frederic Benham cayeron bajo la fuerte
influencia de Hayek. Entretanto, los seguidores austriacos de la teoría del
ciclo económico de Mises (principalmente Fritz Machlup y Gottfried von Haberler)
empezaron a ser traducidos o publicados en Estados Unidos. También en Estados
Unidos, el joven Alvin H. Hansen se estaba convirtiendo en el principal
defensor de la teoría del ciclo de Mises-Hayek.
La teoría del ciclo económico de Mises se estaba adoptando
precisamente como una explicación convincente de la Gran Depresión, una
depresión que Mises anticipó a final de la década de 1920. Pero justamente
cuando se estaba extendiendo por Inglaterra y Estados Unidos, la revolución
keynesiana barrió el mundo económico, convirtiendo incluso a quienes más
sabían. El proceso de conversión ganó, no rebatiendo pacientemente las
opiniones miesianas u otras, sino simplemente ignorándolas… y llevando al mundo
económico a viejas e insensatas opiniones inflacionistas vestidas
superficialmente con una nueva e imponente jerga.
A final de la década de 1930, sólo Hayek y ninguno de los demás
discípulos suyos o de Mises, seguía siendo fiel a la opinión misesiana sobre el
ciclo económico. La teoría del dinero y del crédito de Mises en su
versión inglesa apenas tuvo tiempo para leerse antes de que la revolución
keynesiana de 1936 hiciera inaccesible psicológicamente el pensamiento
prekeynesiano, especialmente sobre los ciclos económicos, para la siguiente
generación de economistas.
Mises añadió la parte cuatro a la edición inglesa de La
teoría del dinero y del crédito de 1953. Pero la economía keynesiana estaba
volando alto y el mundo de la economía estaba escasamente dispuesto a recobrar
la atención hacia las ideas misesianas. Sin embargo, ahora y particularmente
desde su muerte en 1973, la economía misesiana ha experimentado un notable
resurgimiento, especialmente en Estado Unidos. Hay abundantes conferencias,
simposios, libros, artículos y disertaciones sobre economía austriaca
misesiana.
Con el sistema keynesiano en total desorden, tambaleándose
por una inflación crónica y acelerada salpicada de periodos de recesión
inflacionaria, los economistas son más receptivos a la teoría misesiana del
ciclo de lo que lo han sido en cuatro décadas. Esperemos que esta nueva edición
estimule a los economistas a reexaminar las demás brillantes ideas de esta obra
maestra lamentablemente ignorada y que la integración del dinero y la banca de Mises con la teoría
micro sirva de base para avances futuros en el pensamiento monetario.
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Murray N. Rothbard (1926-1995) fue decano de la Escuela
Austriaca. Fue economista, historiador de la economía y filósofo político
libertario.