El mito del “fondo de reserva” de la Seguridad Social

Por Robert P. Murphy. (Publicado el 5 de julio de 2010)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4528.

                             

A veces me sorprende que la gente no nos haya rodeado a los economistas y nos haya tirado a las cataratas del Niágara. Olviden asuntos complicados y técnicos, como el ciclo económico: los economistas ni siquiera podemos estar de acuerdo en si la Seguridad Social está quebrada.

Recientemente Dean Baker y nuestro viejo amigo Paul Krugman, gritaban con desesperación que sólo un mentiroso o un loco podría pensar que la Seguridad Social era insolvente. ¡Después de todo, tiene un enorme fondo de reserva! En este artículo, explicaré por qué el ciudadano medio tiene perfecto derecho a considerar al “fondo de reserva” como un truco contable y a tener otra razón más para preocuparse por nuestro futuro financiero.

Dean Baker: Aquí no hay nada que ver

El economista Dean Baker, que lleva el inteligente blog “Beat the Press”, perdía los estribos después de escuchar un informe de NPR sobre el estado de la Seguridad Social:

A menudo pienso que es malo que la Seguridad Social no sea una compañía privada. Si lo fuera, podría demandara a Marketplace Radio por libelo por este tipo de informe. ¿Tiene la presentadora de Marketplace alguna idea de lo que está hablando cuando dice “La Seguridad Social esta en un estado preocupante”? De acuerdo con la Oficina del Presupuesto del Congreso, el programa puede pagar todas las prestaciones para los próximos 34 años sin ningún cambio e incluso después puede pagar más del 75 de las prestaciones indefinidamente. El programa está en este aspecto en mucha mejor forma de lo que estaba en los 40, 50, 60 o 70. Así que ¿de qué demonios habla esta persona? ¿Puede Marketplace Radio pagar todos sus gastos de los próximos 34 años?

Estoy de acuerdo de todo corazón con el primer punto de Baker: De verdad que sería estupendo si la Seguridad Social fuera una compañía privada. En ese caso, podría llamarles y cancelar mi cuenta. Como soy autónomo, actualmente pago el 15,3% (hasta un límite) en “contribuciones” al gobierno sobre mis ingresos, en Seguridad Social y Medicare. Estaría encantado si la Seguridad Social fuera una empresa privada y realmente necesitara mi consentimiento antes de confiscar una cantidad tan grande de mis ingresos.

Pero ocupémonos de lo sustancial del argumento de Baker: Dice que el programa de la Seguridad Social está actualmente “en mucha mejor forma” que en el pasado. Sí, pero eso es porque también estuvo quebrado en el pasado. Aquí está lo que el sitio web oficial de la Administración de la Seguridad Social (SSA, por sus siglas en inglés) tiene que decir acerca del informe de la llamada Comisión Greenspan en 1983:

La Comisión Nacional de la Reforma de la Seguridad Social (conocida informalmente como la Comisión Greenspan por el nombre de su Presidente) fue encargada por el Congreso y la Presidencia en 1981 para estudiar y dar recomendaciones acerca de la crisis financiera a corto plazo que afrontaba en ese momento. Las estimaciones eran de que el Fondo de Reserva para Seguros de Ancianos y Supervivientes se quedaría sin dinero probablemente a partir de agosto de 1983. Esta comisión bipartidista iba a realizar recomendaciones al Congreso sobre cómo resolver los problemas que afrontaba la Seguridad Social. Su informe, emitido en enero de 1983, fue la base de las Enmiendas de la Seguridad Social de 1983 que resolvieron el problema de la financiación a corto plazo e hicieron otros cambios significativos en la ley de la Seguridad Social.

¿Y cómo evitó la Comisión el terrible pronóstico para la Seguridad Social? ¿Se ofreció Alan Greenspan a contribuir con sus ingresos como consultor o vendieron algunos cromos de béisbol viejos escondidos en el ático de la SSA?

Por su puesto que no: aumentaron los impuestos y redujeron las prestaciones. De hecho, en 2004 Paul Krugman en realidad alabó la madurez de Ronald Regan al aumentar los impuestos para “arreglar” la Seguridad Social:

El segundo aumento de impuestos de Mr. Reagan también vino motivado por un sentido de la responsabilidad (…) Me refiero a la Ley de Reforma de la Seguridad Social de 1983, que seguía las recomendaciones de una comisión presidida por Alan Greenspan. Su provisión principal era un aumento en el impuesto sobre las nóminas que pagaba la Seguridad Social y el seguro hospitalario de Medicare.

Para muchas familias de ingresos medios y bajos, este aumento de impuestos supuso más que perder lo ganado con los recortes fiscales de Mr. Reagan. En 1980, de acuerdo con las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, las familias medias con niños pagaron un 8,2% de sus ingresos en impuestos sobre la renta y un 9,5% en impuestos sobre las nóminas. En 1988 la porción del impuesto de la renta había bajado al 6,6, pero el impuesto de las nóminas había subido hasta el 11,8% y la carga combinada había aumentado, no bajado.

De todas formas, hubo un amplio apoyo bipartidista al aumento del impuesto de la nómina porque era parte de un acuerdo. Al público se le dijo que el ingreso extra se usaría para crear un fondo de reserva dedicado al mantenimiento de las prestaciones de la Seguridad Social, asegurando el futuro del sistema.

Así que no veo cómo puede esta historia tranquilizarnos. La gente que dice que la Seguridad Social está quebrada está advirtiendo que necesitamos, o bien sufrir un aumento en el impuesto sobre las nóminas o esperar una reducción de las prestaciones prometidas, o ambas cosas. Entonces aparece Dean Baker y dice que no tiene sentido, porque hemos estado antes en esta situación y la hemos resuelto… aumentando impuestos y recortando prestaciones.

Antes de dejar la cita de Baker, déjenme hacer una última observación: Simplemente no es cierto lo que dice de que Marketplace, de NPR, no está tan sólidamente financiado como la Seguridad Social. Cuando el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) dice que la Seguridad Social puede continuar haciendo los pagos de las prestaciones prometidas en los próximos 34 años “sin ningún cambio”, esa cifra sigue suponiendo que los impuestos a las nóminas continuarán subiendo.

Cuando Dean Baker hacía retóricamente su pregunta “¿Puede Marketplace Radio pagar todos sus gastos de los próximos 34 años?” llevaba al lector a creer que el fondo de reserva tenía el equivalente a 34 años de prestaciones acumulados. Pero, por supuesto, no tiene tanto. Lo repito, las proyecciones de la CBO muestran que las diferencias anuales entre los pagos salientes de prestaciones y los ingresos fiscales entrantes a la Seguridad Social acabarán con el fondo de reserva para el año 2043.

Así que la analogía para Marketplace Radio no es “¿Tienen ustedes ahorrado en el banco el equivalente a 34 años de gastos?” No, la analogía correcta sería “¿Tienen ustedes ahora activos para cubrir cualquier déficit operativo previsto para los próximos 34 años?” Como supongo que Marketplace Radio no está preparándose para una quiebra inminente, su respuesta sería: “Sí, Mr. Baker, por supuesto. Por eso somos solventes y podemos mantenernos en el negocio”.

Por el contrario, el Sistema de Seguridad Social tal y como está ahora configurado es insolvente. El valor presente de sus ingresos previstos es menor que el valor presente de sus gastos previstos. Eso significa estar en bancarrota.

Sí, pueden “arreglar” esta situación forzando a la gente a soltar más dinero o pagando a la gente menos de lo que se les había prometido. No es broma, ¿quién ha negado eso? De eso trataban las advertencias, de preparar a la gente para los aumentos de impuestos y recortes de prestaciones.

Paul Krugman es atacado por zombis

Paul Krugman (mi placer inconfesable con respecto a los bloggers económicos) se unió recientemente a las quejas sobre la ignorancia de quienes siguen mintiendo acerca de que la Seguridad Social está en problemas:

Sobre la Seguridad Social, [Alan] Simpson está repitiendo una mentira zombi, es decir, una de esas falsedades que continuamente se refuta pero siempre vuelve.

En concreto, Simpson a resucitado la vieja mentira de que la Seguridad Social quebrará tan pronto como los ingresos del impuesto de nóminas queden por debajo de  los pagos de prestaciones, sin que importe el cuarto de siglo de superavits que se produjo antes.

Ya nos ocupamos de todo esto con detalle en 2005, pero déjenme volver a hacerlo.

La Seguridad Social es un programa público financiado por un impuesto dedicado. Hay dos formas de verlo. Primero, podemos verlo simplemente como parte del presupuesto federal general con el (…) impuesto dedicado como una simple formalidad. Y hay mucho que decir sobre ese punto de vista: si lo aceptamos, las prestaciones son un coste federal, los impuestos a las nóminas una fuente de ingresos y realmente no tienen nada que ver entre sí.

Por otro lado, podemos ver a la Seguridad Social aislada. Y como asunto práctico, también tiene un significado importante: mientras la Seguridad Social tenga dinero en su fondo de reserva, no necesita nueva legislación para seguir pagando las prestaciones prometidas.

Muy bien, así que hay dos visiones, ambas de cierta utilidad. Pero esto es lo que no puede hacerse: no pueden verse de las dos maneras. No puede decirse que durante los últimos 25 años, cuando la Seguridad Social tenía superavits, bueno, no significaba nada, porque sólo era parte del gobierno federal, pero cuando los impuestos a las nóminas no cubren las prestaciones, aunque haya un montón de dinero en el fondo de reserva, la Seguridad Social está quebrada.

He leído este pasaje en particular varias veces y creo que por fin lo entiendo: A Krugman et al. realmente les gusta toda la idea del programa de Seguridad Social, así que se lo toman por lo personal cuando la gente dice que el sistema está quebrado. Piensan que reconocer la verdad de esa afirmación es negar que fuera una buena idea para la sociedad ocuparse oficialmente de viudas y huérfanos.

Así que dejemos esto aparte. Es verdad que yo discutiría con quien afirme que es más compasivo hacer que el gobierno federal se ocupe de esta tarea, frente a individuos e instituciones caritativas privadas, pero eso no importa en el debate fiscal.

De lo que hablamos ahora es de la situación fiscal del gobierno federal. La razón por la que la Seguridad Social es relevante es que hasta este año había sido contribuyente neta al resto del gobierno. La cantidad que el tesoro tiene que pedir prestado al sector privado era menor de la que hubiera sido porque la Seguridad Social tomaba más de sus “contribuciones” dedicadas de lo que estaba pagando anualmente en prestaciones.

Esta situación ya se ha dado la vuelta, y si la economía vuelve a caer (como creo que hará) podemos no volver a ver otro año con superávit hasta que cambien las fórmulas de los impuestos y prestaciones. En cierto sentido, es como si un gran país que siempre haya sido un fiel comprador de deuda del Tesoro de EEUU, repentinamente este año decidiera no solamente dejar de acumular nueva deuda, sino realmente empezara a liquidarla.

Así que, sí, Krugman tiene razón en una cosa: si la gente trata de ordenar varios programas públicos por su capacidad de “pagarse”, entonces la gente que gestiona la Seguridad Social debería Mercer reconocimiento por los grandes superavits generados desde la década de 1980.

Pero ése no es el propósito de la mayoría de l gente en este debate. Cuando dicen “la Seguridad Social está quebrada” intentan hacer ver a los estadounidenses que éste es otra sangría automática en el Tesoro que está empezando ahora mismo. Incluso si los políticos, contra toda previsión, se las arreglaran para mantener en orden las finanzas públicas, los crecientes déficits de la SSA llevarían a cada vez mayores déficits en los fondos generales. El llamado fondo de reserva es completamente irrelevante en este contexto.

Triturando la lógica de Krugman

Pienso que la mejor manera de ver esto es imaginar que un becario en la Administración de la Seguridad Social se confunde y tira accidentalmente todos los bonos del Tesoro de la caja etiquetada “fondo de reserva” a la trituradora de papel. ¡Oh, no, ahora la catástrofe caerá sobre los estadounidenses 35 años antes!

Realmente, no pasa nada desde el punto de vista de los trabajadores y contribuyentes estadounidenses. Sí, los activos de la Administración de la Seguridad Social habrían caído en unos 2,5 billones de dólares. ¡Pero en el mismo momento, el interno habría eliminado 2,5 billones de dólares de deuda federal! Habría eliminado de un plumazo el déficit de Obama en esa cantidad.

De hecho, cuando no están jugando, Paul Krugman y Dean Baker saben que es tonto considerar al fondo de reserva de la Seguridad Social como un pasivo del gobierno federal. Cuando hablan de la actual deuda federal, Krugman y Baker dicen que es actualmente de alrededor del 58% del PIB. Esa cifra se refiere a la deuda pública pendiente en poder de particulares: excluye la “deuda intragubernamental”, que es deuda del Tesoro en manos de otras ramas del gobierno federal.

Así que si Krugman y Baker piensan que los estadounidenses deberían relajarse pues sigue habiendo unos sólidos 2,5 billones de dólares en bonos seguros en los cofres de la Administración de la Seguridad Social, pues vale. Pero luego cuando comentan el problema de la deuda del gobierno federal, deberían decir que actualmente tenemos una relación deuda/PIB del 95%, que es el total de la deuda pública pendiente (13,9 billones de dólares) dividia por el PIB oficial (14,6 billones de dólares en el primer trimestre de 2010).

Conclusión

Como dice Krugman, no pueden verse de las dos maneras. Si vamos a considerar a los bonos del Tesoro en el fondo de reserva como un activo de la Seguridad Social, también tendremos que contar esos fondos (y para ser coherentes, otra deuda intergubernamental) como pasivo del Tesoro.

Es verdad que una decisión contable devuelve a la crisis en la Seguridad Social a una pocas décadas antes, pero sólo acelerando la crisis de la deuda federal general. Los trucos contables no pueden alterar el hecho esencial de que el gobierno ha prometido más de lo que puede recaudar con el código fiscal actual: en estas páginas explico el absurdo detrás del plan de “privatización” sin dolor de la Seguridad Social de George W. Bush.

La hora de la verdad ya está ante nosotros: ahora mismo la Seguridad Social tiene déficit, absorbiendo dinero del fondo común. Los estadounidenses deben prepararse para más subidas de impuestos (en nombre de “salvar la Seguridad Social”) y cualquier persona por debajo de los 40 años no debería hacerse ilusiones sobre prestaciones de jubilación.

 

 

Robert Murphy es investigador adjunto del Instituto Mises, donde enseñará “Principios de economía” en la Mises Academy este otoño. Gestiona el blog Free Advice y es autor de The Politically Incorrect Guide to Capitalism, Study Guide to Man, Economy, and State with Power and Market, Human Action Study Guide y The Politically Incorrect Guide to the Great Depression and the New Deal.

Published Tue, Jul 6 2010 6:40 PM by euribe