Abusando del viejo nogal

Por Doug French. (Publicado el 28 de octubre de 2003)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4292.

                             

Si han ido recientemente a su banco, pueden haber notado que el Sistema de la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro están realizando una fuerte campaña publicitaria sobre el nuevo billete de 20$. En una pequeña e insulsa obra de propaganda titulada “El nuevo color del dinero”, los cómplices del delito de falsificación de moneda de la nación (el Tesoro y la Fed) apuntan las muchas razones por las que los nuevos billetes de veinte son supuestamente “Más seguros. Más elegantes. Más sólidos”.

Pobre Andrew Jackson. Ningún presidente se habría visto tan perturbado como el “viejo nogal” ante el sinsentido monetario que el Gobierno Federal está perpetrando sobre la gente. Y no es que Jackson fuer a estar especialmente molesto por el retrato que incluyen los fabricantes de  moneda. Como escribió un crítico del New York Times acerca del nuevo retrato de Jackson, “La desmesurada ceja derecha se ha transformado en una oruga albina que repta por el borde de la cara de Jackson. Parece haber adquirido una doble papada. Sus labios ceñudos han sido reemplazados casi por una sonrisa. La sonrisa en ambigua. Se ha convertido en un juguete cabezón, una gran cabeza en una base asimétrica. Se ve deformado y lastimero allí en el pedestal”.

 Lo que hace que el 7º presidente se remueva en su tumba es el hecho de que, de acuerdo con el Times, “La Oficina de Grabado e Impresión gastará 33 millones de dólares en publicidad, mercadotecnia y programas de educación para promover el nuevo billete y ha contratado a una empresa de relaciones públicas e, inicialmente, una empresa de placement y una de las agencias más ilustres de Hollywood para poner al billete de 20$ en el circuito publicitario”. Todo esto para convencer al público de que los nuevos billetes son “Más seguros. Más elegantes. Más sólidos”.

Sin duda Jackson no estaría de acuerdo con cada una de esas afirmaciones. Era partidario del dinero sólido. Se “refería al papel”, escribió el biógrafo de Jackson Robert R. Remini en Andrew Jackson and the Bank War, “fuera ofrecido por individuos o emitido por bancos, como el instrumento de estafador y el engaño”.

“Para Andrew Jackson, el dinero sólido (metálico) era el único dinero legítimo; todo lo demás era un fraude para robar a los hombres honrados”.

Lo nuevos billetes de veinte están muy alejados de oro y la plata, pero mantienen muchas de las características de diseño de alta tecnología de seguridad introducidas en el dinero público en la década de 1990. Ponga a la luz estos nuevos billetes y verá un hilo de seguridad dentro del papel discurriendo en vertical a un lado del billete. Los nuevos billetes tienen también tinta que cambia de color. El número “20” en el rincón derecho inferior cambia de color de cobre a verde cuando se mueve el billete arriba y abajo. Y, para estar triplemente seguros de que no podemos imprimir billete en nuestras modernas fotocopiadoras a color, se ve una marca de agua, o imagen difusa de Jackson, a ambos lados si el billete se ve a través de la luz.

De eso se trata: El gobierno quiere falsificar, pero sin competencia alguna por parte de otros. Cuando se usaban el oro y la plata como dinero, el robo monetario del gobierno se limitaba a limar los bordes de las monedas. Ése era el engorroso proceso al que tenían que recurrir los viejos gobernantes con el fin de degradar la moneda de sus países y pagar su largueza gubernamental.

El economista Murray Rothbard apuntó en What Has Government Done to Our Money? que “El control gubernamental del dinero sólo se hizo absoluta y su falsificación indiscutible cuando los sustitutivos del dinero se hicieron prominentes en los últimos siglos. La aparición del papel moneda y los depósitos bancarios, una ventaja económica cuando están soportados íntegramente en oro y plata, ofrecieron el ábrete sésamo de la vía gubernamental hacia el poder sobre el dinero y, por tanto, sobre todo el sistema económico”.

Uno de los anuncios que el gobierno está publicando es revistas populares dice que “Sólo una cosa nunca cambiará: Los viejos billetes valdrán tanto como los nuevos. Todos los billetes son buenos. Eso es bueno”. Es rigurosamente cierto, pero el problema es que os nuevos billetes, y los viejos, pierden valor cada día. A causa del abuso de la imprenta por parte del gobierno, el nuevo billete de 20$ no tiene más que una mínima fracción del lingote de oro de una onza de veinte dólares del tiempo de Jackson.

No son los nuevos colores y medidas de seguridad no que hacen al dinero “Más seguro. Más elegante. Más sólido”. El dinero nunca será seguro y sólido mientras la Reserva Federal y el Tesoro puedan crear dinero sin control.

Volvamos al dinero elegante: el oro y la plata.

 

 

Douglas French es presidente del Mises Institute y autor de Early Speculative Bubbles & Increases in the Money Supply. Es doctor en economía de la Universidad de Nevada- Las Vegas, dirigido por Murray Rothbard, con el Profesor Hans-Hermann Hoppe en su tribunal de tesis. French enseña en la Mises Academy y ofrece un curso para el verano de 2010.

Published Mon, Aug 2 2010 2:32 PM by euribe
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