El saqueo del 1040

Por Lee S. Wishing. (Publicado el 5 de abril de 2005)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/1779.

 

En una semana seré el reacio receptor de una propiedad saqueada. El Robin Hood moderno robó el dinero el pasado año en mi favor y sin mi conocimiento. También entra en juego la tecnología. Utilizando un software sofisticado, mi ordenador y una línea telefónica, 646$ se enviarán directamente a mi cuenta bancaria.

¿El software? Turbotax. ¿El conficador? Hacienda.

Hace unos días acabé con mis impuestos. Confiando en la exactitud de Turbotax como he hecho durante años, revisé por encima la declaración generada por ordenador, rellené electrónicamente el impreso 1040 y solicité que la devolución se enviara a mi cuenta bancaria. Luego, revisando una copia impresa de la declaración, dije a mi mujer: “¡Vamos a recibir propiedades que no nos pertencen!”

Sabiendo que conocíamos a ningún delincuente y cuestionando la veracidad de mi preocupación, dijo “Ssssh, no quiero que lo oigan los niños. Se lo van a creer”. “¡Pero es cierto!”, repliqué.

Realmente es cierto.

Mi mujer y yo tenemos cuatro hijos. En concreto tenemos cuatro pequeñas deducciones fiscales de entre cinco y nueve años (dos niños y dos niñas) que valen 1.000$ cada uno cada periodo fiscal.

La casilla 43 de nuestro 1040 muestra que el impuesto de nuestros ingresos es de 3.354$. La casilla 51 indica que la deducción infantil es de 3.354$, haciendo que la deducción total, casilla 55, compense nuestra obligación fiscal.

Pero mi obligación de impuesto cero no es lo que importa en esta historia. En realidad tengo una obligación fiscal negativa. El gobierno federal no se queda el dinero retenido durante el año, sino que me da otros 646$, que es la diferencia entre el total de las deducciones fiscales infantiles en la casilla 55, 4.000$, y mi obligación fiscal de 3.354$, en la casilla 43.

Lo crean o no, el gobierno federal me va a dar 646$ de su dinero. La fórmula del Formulario 8812 (la Additional Child Tax Credit form), que determina que tengo una pasta extra, es compleja. Verifiqué el cálculo y estaba bien. Llamé a un asesor fiscal y me dijo que estaba bien.

¿Pero está bien?

Mi hija de seis años, Mary, me preguntó qué estaba escribiendo. Le expliqué la idea: “Acabó de rellenar los formularios de los impuestos y he sabido que el gobierno federal no va a dar dinero que no nos pertenece. Se lo va a quitar a otra gente y nos lo va a dar”.

“¡Eso no está bien!”, dijo mi parvulita.

Mi hija de ocho años, Sarah, estaba escuchando. “No lo entiendo. Quiero decir, no me gusta que el gobierno vaya a quitar dinero a otra gente y nos lo dé”, dijo tristemente.

Vaya, eso es pensar con claridad. Pero el sistema fiscal difumina el pensamiento claro.

Otro pensador claro, el economista y filósofo legal francés del siglo XIX Frédéric Bastiat, define mis afortunados 646$ como saqueo legal en su libro La ley. Bastiat dice que identificar el saqueo legal es sencillo: “Mire si la ley toma de algunas personas lo que les pertenece y se lo da a otras a las que no les pertenece”.

Sin embargo, estoy seguro de que quienes desarrollaron el Formulario 8812 se preocupaban por mí. Trataban de ser caritativos.

De nuevo resulta instructivo Bastiat. Dice: “Nada puede entrar en el tesoro público para beneficio de un ciudadano o una clase salvo que otros ciudadanos y otras clases se hayan visto forzados a meterlo allí. (…) Cuando la ley hace eso, es un instrumento de saqueo legal”.

Bastiat también llama saqueo legal a la “injusticia organizada”. Eso es algo muy distinto de la caridad. El fin de la ley, de acuerdo con el francés es “impedir que reine la injusticia”. Es injusto privar a una persona de su libertad quitándole su propiedad mediante la fuerza de la ley y dársela a otro.

Bastiat empieza su libro diciendo que la vida, la libertad y la capacidad de crear propiedad personal son dones de Dios. No puedo hacer ahora nada respecto de lo 646$, pero puedo encarecer a nuestros legisladores evitar el saqueo legal y, como dice Bastiat a la conclusión de su libro “probar con la libertad, pues la libertad es un reconocimiento de la fe en Dios en Sus obras”.

 

 

Lee Wishing es director administrativo de The Center for Vision & Values, en el Grove City College.

Published Wed, Sep 22 2010 7:47 PM by euribe
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