Toque desde el pasado: Un aviso acerca del socialismo

Por Gene Epstein. (Publicado el 24 de septiembre de 2010)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4710.

[Esta crítica apareció en "Balancing the Books" en Barrons.com]

 

Imágenes del futuro socialista cuenta una absorbente historia acerca de un paraíso socialista que rápidamente degenera en una mazmorra social. Publicado originalmente en un traducción inglesa en 1893 (lo que contribuye enormemente a su resonancia) a sido recientemente reimpresa en pasta dura por el Instituto Ludwig von Mises, un centro de investigación de economía de libre mercado.

 La ficción utópica y distópica frecuentemente se debilita por presentar caracteres de cartón piedra. No es éste el caso. El autor alemán Eugen Richter (1838-1906), un político y periodista libertario del que probablemente ninguno hayamos oído hablar, no sólo disfrutaba de una aguda visión acerca de las realidades del socialismo, tenía la capacidad de un novelista para crear personajes atractivos.

La historia la narra un encuadernador de mediana edad llamado Schmidt, que al principio da la bienvenida a “que nos esperan tiempos gloriosos”, medida que el socialismo se apodera de Alemania. A medida que se desarrollan los acontecimientos, se va preocupando cada vez más, ofreciendo un análisis razonado cubierto por una negación que bordea lo cómico. Prometiendo “poner por escrito, humildemente, una pequeña crónica del inicio de este nuevo reinado de hermandad y filantropía universal”, nunca revela su nombre. Pero sabemos de su hijo Franz, su nuera Agnes y su “media naranja, Paula”, mientras experimentamos su dolor mientras repasa sus desventuras en manos del nuevo orden socialista, que aumentan hasta su propio final trágico.

No es un socialismo de asesinatos estalinistas, sino de ingenieros sociales que resueltamente subordinan la libertad a sus ideas igualitarias, un camino que lleva inevitablemente al totalitarismo, al empobrecimiento material y a la violencia- Cuando el plan del gobierno de confiscar todos los activos financieros deja “inconsolable” a la nuera del narrador, Agnes, Schmidt simpatiza con ella, explicando que “Desde hace bastante tiempo ha estado ahorrando laboriosamente”.

Pero después de la aprobación del decreto de confiscación, explica que “fue inútil que mi esposa tratara de serenarla [a Agnes] con la idea de la opulenta dote que el Gobierno iba a dar a todas las parejas recién casadas”. Por supuesto el gobierno está cada vez más quebrado y no cumple.

Después de que el gobierno pida a todos los ciudadanos indicar sus preferencias de trabajo, con todos los salarios en perfecta igualdad, Schmidt comenta tristemente: “Aquéllos que han manifestado el deseo de ser poceros es, numéricamente, un grupo muy pequeño”.

La solución es realizar un sorteo, en el que los perdedores ejercerán los trabajos más penosos. Cuando Franz califica de degradantes estos “sorteos de hombres”, Schmidt se ve obligado a aceptarlo. Pero recurre al argumento de que mucha gente se presentará voluntaria para trabajos penosos cuando el “espíritu del socialismo” haya “despertado completamente”.

Luego el gobierno prohíbe la emigración y empieza a disparar a la gente que trata de escapar por la frontera.

Esta historia del emergente horror socialista es tan conmovedora que me relajé brevemente imaginando que todo el mundo leyó esta novela en 1893 y estaba advertido contra implantar un sistema así de malvado. De todos modos, las historia no resultó ser así.

 

 

Gene Epstein, antiguo economista jefe de la Bolsa de Nueva York, es editor económico en la revista Barron’s. Vea su entrevista en la Austrian Economics Newsletter.

Esta crítica apareció en "Balancing the Books" en Barrons.com.

Published Sat, Sep 25 2010 2:00 PM by euribe