Por Frank Shostak. (Publicado el 26 de octubre de 2010)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4795.
En su reunión del 21 de septiembre, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) expresó su preocupación porque la tasa de inflación es demasiado baja. De acuerdo con el acta, algunos miembros del FOMC han dicho:
que salvo que el ritmo de la recuperación económica se fortalezca o la inflación subyacente vuelva a un nivel acorde con el mandato del Comité, considerarían apropiado actuar pronto. Con respecto a la declaración a presentar tras la reunión, los miembros acordaron que era apropiado ajustarla para dejar claro que la inflación subyacente ha estado moviéndose por debajo de los niveles que el Comité juzgaba acordes con su mandato de máximo empleo y estabilidad de precios, en parte para ayudar a fijar las expectativas de inflación. (…) El Comité estaba listo para dar acomodo adicional si es necesario para apoyar la recuperación económica y el retorno a la inflación, con el tiempo, a niveles acordes con su mandato.
Entretanto, el viernes 15 de octubre el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke sugería que el banco central de EEUU estaba listo para inyectar más dinero en el economía para revertir al presente caída en la tendencia de crecimiento del índice del precios del consumo. Decía que el bajo nivel de inflación mostraba un riesgo de deflación. “Parecería, si todo sigue igual, ser un caso para una mayor acción”, dijo Bernanke en una conferencia patrocinada por el Banco de la Reserva Federal de Boston.
La tasa anual de crecimiento del índice de precios del consumo (IPC) quedó en el 1,1% en septiembre frente al 1,1% el mes anterior y un 2,6% en enero. La tasa de crecimiento anual del IPC sin alimentos ni energía (el IPC subyacente) fue del 0,8% el mes pasado frente a un 0,9% en agosto y un 1,6% en enero, muy por debajo del nivel del 2% del objetivo no oficial de la Fed, que se considera acorde con la estabilidad de los precios.
La forma popular de pensar mantiene que una política de estabilidad de precios no implica siempre que el banco central deba luchar contra la inflación. También es responsabilidad del banco central impedir grandes caídas en la tasa de inflación o directamente una caída en el nivel general de precios. ¿Por qué? Porque se sostiene que una caída en el nivel de precios, calificado como deflación de precios, pospone el gasto de consumo y empresarial y por tanto paraliza la actividad económica.
Además, una caída en la inflación de precios aumenta los tipos de interés reales y por tanto debilita aún más a la economía. Además, a medida que se debilita el gasto, esto aumenta aún más la capacidad no utilizada y pone una mayor presión a la baja en el nivel de precios. La mayoría de los economistas opinan que es mucho más difícil para el banco central manejar la deflación que la inflación. Cuando aumenta la inflación se argumenta que el banco central no tiene límite como tal acerca de cuánto aumentar los intereses para “enfriar” la economía. Sin embargo, esto no pasa con la deflación. El nivel más bajo al que puede llegar el banco central es un tipo de interés cero.
Por ejemplo, supongamos que los políticos de la Fed han llegado a la conclusión de que, para reavivar la economía, los tipos de interés deben rebajarse a una cifra negativa. Sin embargo, esto puede no ser siempre posible de lograr, o eso dice el argumento.
Cuando los tipos de interés nominales o de mercado están a nivel cero no es posible hacer negativos los tipos de interés reales cuando está bajando el nivel de los precios. He aquí por qué.
De la definición popular de que
tipo de interés nominal = tipo de interés real + porcentaje de cambio en nivel de precios
se sigue que
tipo de interés real = tipo de interés nominal - porcentaje de cambio en nivel de precios
Por tanto, cuando el tipo de interés nominal es 0 y el nivel de precios cae en un 1%
tipo de interés real = 0 + 1%
A medida que se intensifica el ritmo de deflación, el aumento en los tipos de interés real se intensifica también. En esta situación, el arma de los tipo de interés dela Fed see convierte en ineficaz. Por ejemplo, para rebajar el tipo de interés real al -0,5% el banco central tendría que rebajar los tipos de interés nominales al -1,5% (tipo de interés real = -1,5% + 1% = -0,5%). Evidentemente, no puede hacerse porque nadie prestaría a cambio de un tipo de interés nominal negativo: la gente se quedaría con el dinero, o eso se dice.
Igualmente, cuando el tipo de inflación es muy bajo también pude crear problemas. Supongamos que por una débil demanda agregada, la inflación ha caído de un 2% al 1%. Dentro de esta situación, el banco central sólo puede apuntar a un tipo de interés real del -1%. No puede buscar un tipo de interés real menor pues esto implicaría establecer el tipo de interés nominal por debajo de cero (-1% = 0% - 1%). Con el fin de conseguir un tipo de interés real del -1,5% el tipo de interés nominal debe caer al -0,5% (-1,5% = -0,5% - 1%).
De forma similar, a medida que la economía se debilita aún más y la inflación cae a un 0,5% esto no permitiría al banco central apuntar a tipos de interés real por debajo del -0,5%. En resumen, la deflación, o la baja inflación, reduce la flexibilidad del banco central para reavivar la economía.
Por tanto, se argumenta, la política de estabilidad de precios debe apuntar a cierto nivel de inflación que dé al banco central la flexibilidad para mantener a la economía en el camino de crecimiento de la prosperidad económica.
Así que ¿cuál debería ser este nivel de inflación? Algunos expertos opinan que el mejor rango va del 2% al 3%. (Los funcionarios de la Fed opinan que el 2% es la cifra correcta). Lo esencial de todo esto es que un poco de inflación es necesaria para tener prosperidad y estabilidad económica.
De acuerdo con esta forma de pensar, el colchón inflacionario debe ser lo suficientemente grande como para permitir a la Fed llevar a la economía lejos del peligro de deflación, o eso se dice.
Como norma, un aumento general en los precios se produce a costa del aumento del dinero “creado de la nada”. Un aumento del dinero creado de la nada lleva a un intercambio de nada por algo o al empobrecimiento económico de los generadores de riqueza. Así que, ¿cómo puede ser que una inflación del precios del 2% al 3%, que se califica de colchón de inflación promueva el crecimiento económico y la prosperidad? Es absurdo considerar a una inflación de precios del 2% algún tipo de óptimo.
Contrariamente al pensamiento popular, no es la caída de precios como tal la que debilita el crecimiento económico, sino la caída en el ahorro real. (La caída en el ahorro debilita el proceso de generación de riqueza real).
Ahora bien, el pensamiento convencional es de la opinión de que los individuos no prestarán a un tipo de interés nominal negativo. Por alguna extraña razón, los economistas ortodoxos podría buscar tipos negativos de interés real y los individuos estarían encantados de prestar a estos tipos. Creemos que los pensadores ortodoxos han llegado a esta conclusión errónea como consecuencia de una visión equivocada respecto de lo que es el tipo de interés real.
El tipo de interés real no es la diferencia entre el tipo de interés nominal y el cambio en el IPC: es realmente el tipo de intercambio entre bienes presentes y bienes futuros. Tampoco existe el tipo de interés real: hay multitud de tipos reales que no pueden ser agrupados en un total.
Como la inyección de dinero socava la formación de capital y debilita el crecimiento económico, realmente lleva a un tipo de intercambio más alto entre bienes presentes y futuros. (A medida que la gente se empobrece, aumenta la importancia que asignan a los bienes presentes: el tipo de interés real aumenta).
Lo que se califica como una bajada de los tipos de interés “reales” por medio de inyectar dinero es básicamente un acto de desvío de la riqueza real de los generadores de riqueza a distintas actividades no productivas. Por tanto, al contrario del pensamiento popular, el intento de la Fed de rebajar el tipo de interés real lleva de hecho a un tipo de interés real más alto. (La Fed no controla las preferencias temporales de la gente).
Es una mentira sostener que un aumento en el ritmo de la inflación reavivará la economía. Si el ahorro real está cayendo, entonces incluso si la Fed tuviera éxito en aumentar seriamente el nivel de precios, la economía seguiría a la caída del ahorro real. En esta situación, cuanto más dinero inyecte la Fed en la economía, peores se harán las condiciones económicas. Repetimos, inyectar más dinero sólo debilita el proceso de generación de riqueza.
Conclusión
En su reunión del 21 de septiembre, los funcionarios de la Fed expresaron su preocupación porque la tasa de inflación de EEUU es demasiado baja. Asimismo, el viernes el presidente de la Fed sugería que el banco central de EEUU estaba listo para inyectar más dinero en el economía para revertir al presente caída en la tendencia de crecimiento del IPC con el fin de reavivar la economía. Creemos que si el ahorro real está cayendo, incluso si la Fed tuviera éxito en aumentar seriamente el nivel de precios, la economía seguiría a la caída del ahorro real. En esta situación, cuanto más dinero inyecte la Fed, peores se harán las condiciones económicas.
Frank Shostak en investigador adjunto en el Instituto Mises y colaborador habitual en Mises.org.