Por Mark Thornton. (Publicado el 16 de noviembre de 2010)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4842.
[Vean la entrevista con Mark Thornton sobre la Propuesta 19]
La Proposición 19 en California habría legalizado la marihuana, pero se quedaba corta- La victoria parecía casi cantada para muchos: después de todo, es California. Para millones, tanto en California como en todo el país, la noticia del fracaso de la Prop. 19fue una gran desilusión. Sin embargo, debería considerarse una gran victoria para una medida tan radical obtener un 46% del voto en abierto desafío de la ley federal, especialmente considerando la intensa oposición. Ya hay planes para volver a presentar la iniciativa en las urnas de las elecciones de 2012, en las que se espera un mayor apoyo de los jóvenes. Pero para que tenga éxito la iniciativa, primero debemos entender por qué fracasó.
La oposición
Con el fin de comprender la profundidad y fortaleza de la oposición, es necesario entender de qué trata realmente la Prop. 19. Esta legislación estaría en abierta oposición a la ley federal, así como a un tratado de Naciones Unidas que apoya la guerra contra las drogas. Sería una ley aprobada por el pueblo, no por el parlamento. Lo que es más importante, demostraría que en ausencia de prohibición, la sociedad puede sobrevivir y prosperar.
Este ejemplo daría a otros estados la idea de que también podrían realmente abolir la prohibición de la marihuana. Podría incluso crear un movimiento nacional para abolir la prohibición de la marihuana. Podría incluso dar a la gente ideas para abolir otras leyes federales tontas y dañinas. Abriría una vía de agua para la autoridad federal y devolvería la idea de una anulación por el pueblo.
Así que como pueden ver era una victoria crítica para la autoridad federal. No es sólo que algunos drogatas olvidaran registrarse para votar. Se gastó un montón de dinero, se contaron un montón de mentiras. Era el equivalente a una línea de defensa de gol para la autoridad federal.
Bruce Yandle creó el modelo de política de “traficantes y baptistas” para describir cómo grupos de intereses especiales que normalmente se oponen entre sí trabajan por un objetivo común. Con la prohibición del alcohol, los predicadores baptistas hicieron equipo con los contrabandistas fabricantes ilegales de alcohol para hacer éste ilegal y mantener esta política. Hoy vemos los intereses compartidos de grupos ecologistas y compañías petroleras, que quieren ambos que se restrinjan las perforaciones.
Quienes se oponen a la Prop. 19 incluyen desde traficantes de marihuana a predicadores de masas. Todos los políticos poderosos, candidatos, fumadores de droga e incluso la Asociación de Distribuidores de Cerveza y Licores de California se unieron al equipo. El viejo proverbio de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” describe perfectamente la relación de estos aparentemente extraños compañeros de cama.
Políticos
Como cabía esperar, los políticos se alinearon sólidamente contra la Prop. 19. Los candidatos a gobernador Jerry Brown y Meg Whitman se opusieron. Las candidatas al Senado de EEUU Barbara Boxer y Carly Fiorina se opusieron. La senadora de California Dianne Feinstein se opuso. La repsentante y portavoz de la cámara Nancy Pelosi se opuso. Ambos candidatos a fiscal general se opusieron.
En un intento por desanimar a los partidarios de la Prop. 19, el fiscal general de EEUU Eric Holder hizo unas declaraciones diciendo que aplicaría vigorosamente la ley federal en California incluso si se aprobaba la Prop. 19. En una línea similar, El gobernador Arnold Schwarzenegger firmó una propuesta que hacía de la posesión de pequeñas cantidades de marihuana un delito menor castigable con una sanción máxima de 100$. Era un esfuerzo desesperado por socavar el apoyo a la Prop. 19 dando la impresión de que la marihuana era de facto una droga legal.
Incluso el presidente mexicano Felipe Calderón y el colombiano Juan Manuel Santos se opusieron de viva voz a la Prop. 19 (lo que no es sorprendente, dado que México y Colombia reciben una gran cantidad de dinero de Estados Unidos para la Guerra contra la Droga y ambos países generan ingresos sustanciales por la venta de drogas ilegales). La droga legal en California habría sido un duro golpe tanto para la venta de marihuana como de cocaína al sur de la frontera.
Traficantes
Hay muchas evidencias de que quienes ahora cultivan y venden marihuana se opusieron a la Prop. 19. El “Triángulo Esmeralda”, compuesto por los condados de Humboldt, Mendocino y Trinity es la mayor región de cultivo de marihuana en el Norte de California. De acuerdo con Mother Jones, esos tres condados votaron derrotar a la Prop. 19:
“Hay aquí un gran movimiento que piensa que les interesa mantener a la marihuana como ilegal”, dice Hank Sims, el editor del North Coast Journal, ubicado en el pueblo de Eureka en el condado de Humboldt. Los cultivadores en las escarpadas colinas y los neblinosos bosques de secuoyas del Triángulo Esmeralda están defendidos de los ojos escrutadores de la DEA, pero esa ventaja se convertiría en un hándicap si la droga fuera cultivada abiertamente en el cálido, llano y dominado por los negocios agrícolas Valle Central. Los cultivadores de maría de la Costa Norte “han conseguido un control de precios patrocinado por el gobierno en forma de redadas”, explica Sims. “Así que pienso que un montón de gente votará cínicamente para su bolsillo y votará mantenerla como ilegal”.
Incluso hay un grupo llamado “drogadictos contra la legalización”, pero resulta estar encabezado por un abogado especializado en drogas que hubiera perdido buena parte de su negocio si la Prop. 19 hubiera sido aprobada. Igualmente, las tiendas de marihuana médica se han manifestado contra la Prop. 19 bajo la ridícula idea de que la legalización reduciría el acceso de los pacientes a la marihuana.
Baptistas
Continuando de los traficantes a los baptistas, encontramos este titular del East Bay Express: Drogadictos contra la legalización se unen con sacerdote exdrogadicto. Por supuesto, al sacerdote se unían también fundamentalistas cristianos. El East Bay Express informa:
Apoyado por la Asociación de Distribuidores de Cerveza y Licores de California, el grupo de no a la 19 “Publica Safety First” empleó a la poderosa organización fundamentalista cristiana Vision to America. El grupo contra los derechos de los homosexuales pidió a sus cientos de miles de creyentes en toda la nación que “nos ayuden a divulgar nuestra campaña para derrotar a la marihuana recreativa legalizada en las escuelas”.
La Asociación de Distribuidores de Cerveza y Licores de California, que se vería perjudicada por precios más bajos de marihuana, se unió a la eclesiástica Vision to America (vean a traficantes y baptistas en acción) para obtener dinero, poner anuncios y redirigir el debate público. Afirmaban que la Prop. 19 llevaría a permitir a conductores de camiones, enfermeras y estudiantes a colocarse antes de conducir, asistir a enfermos e ir a la escuela. La Cámara de Comercio también emitió algunos anuncios descaradamente equívocos.
La verdad, por supuesto, es que puede evitarse que estudiantes, enfermeras y conductores de camión se coloquen antes de trabajar, igual que se evita que se emborrachen. La verdad es que los negocios pueden impedir que clientes y empleados fumen hierba en sus propiedades y las aseguradoras no contratarían con empresas que permitieran a sus empleados colocarse y manejar maquinaria pesada o volar aviones. De hecho, la marihuana es más segura que el alcohol y probablemente sea sólo la 10ª droga recreacional más problemática.
Dadas las poderosas fuerzas que se oponían a la Prop. 19 (junto con sus mentiras y trucos), la fuerzas de la libertad y la prosperidad no deberían descorazonarse por esta derrota inicial. Ahora tenemos una copia de su libro de juego: políticos, cultivadores de hierba y vendedores de marihuana médica se oponen a la legalización, mientras que las organizaciones cristianas, distribuidores de cerveza y abogados especializados en drogas divulgan mentiras para proteger sus propios intereses.
Mark Thornton es miembro residente senior en el Instituto Ludwig von Mises en Auburn, Alabama, y es editor de la crítica de libros del Quarterly Journal of Austrian Economics. Es autor de The Economics of Prohibition, coautor de Tariffs, Blockades, and Inflation: The Economics of the Civil War y editor de The Quotable Mises, The Bastiat Collection y An Essay on Economic Theory