La prensa y el estado

Por William L. Anderson. (Publicado el 29 de abril de 2002)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/947.

 

El “sesgo izquierdista” de los medios de comunicación principales en Estados Unidos suelde depender del cristal con que se mire. Por ejemplo, cuando el antiguo corresponsal de la CBS afirmaba en su reciente libro Bias que las figuras de los principales noticieros como Dan Rather y otros demostraban externamente sentimientos izquierdistas,  los ataques a aquél por parte de sus antiguos colegas fueron feroces e incesantes. Goldberg es un paria en su trabajo y las negaciones de las figuras de los noticieros continúan.

Como licenciado en periodismo y antiguo reportero de prensa, siempre me ha intrigado el tema de la “inclinación liberal”. Los periódicos en Tennessee donde realicé muy más bien breve carrera, eran bastante conservadores y la página editorial de uno de ellos era decidida y previsiblemente de derechas, así que no podría acusarse a nuestro  diario de estar sesgado a la izquierda, o eso parecía.

Han pasado casi 25 años desde que trabajé en una oficina de un periódico, pero mi interés por el periodismo y el asunto de la “tendenciosidad” no han disminuido. Hace tres años, escribí un discurso doctoral sobre una aproximación económica al periodismo y continúo utilizando este tema como programa investigador académico. Mis conclusiones (si la academia me permite usar ese término) son que (1) Sí, Virginia, el dogma izquierdista reina en la prensa más importante y (2) es peor de lo que cree la gente.

La inclinación izquierdista de representantes del periodismo ortodoxo moderno como el New York Times, el Washington Post y la Noticias de la CBS no se basa simplemente en la visión del mundo de los periodistas, por muy izquierdista que sea. El último Warren Brokes, uno de los pocos periodistas que realmente entendía cómo funciona una sociedad libre, lo decía mejor cuando apuntaba que la prensa está interesada en el “estatista quo”. El gobierno, decía, es el principal puesto para los reporteros y a estos les interesa que crezca y crezca.

Un ejemplo pequeño pero interesante viene de mi vieja guarida en Tennessee. Los reporteros tenían una serie de puestos de cobertura que iban de una asignación general al ayuntamiento. Los puestos más preciados eran los políticos que se ocupaban de la asamblea estatal y la delegación del congreso, la corte del condado, la policía ciudadana y el sheriff del condado y el gobierno municipal. El Edificio Federal se veía menos favorecido aunque sólo fuera porque había menos “grandes casos” en el tribunal de la corte del distrito federal.

Sin embargo todos despreciábamos el puesto de empresas. Lo considerábamos poco más que un repositorio de folletos de autopromoción y y comunicados de prensa dados por gente que esperaba que escribiéramos por ellos su publicidad. (El reportero de empresa también cubría a la Autoridad del Valle de Tennessee, así que no estaba todo perdido). Todos nosotros veíamos a los propietarios de empresas como algo casi inútil, salvo por el hecho de que pagaban los anuncios, que eran la principal fuente de ingresos del periódico. Así que la cobertura de las empresas era un mal necesario, pero un mal al fin y al cabo.

Mirando atrás a nuestra actitud, no puedo decir que me sorprendiera. Nuestro desdén por la empresa no provenía tanto de un fervor antiempresarial como del hecho de que las empresas son entidades privadas cuyos propietarios odiaban exponerlas a mala publicidad, aunque también puedo decir que la mayoría teníamos prejuicios contra las empresas. Sin embargo, puedo decir con seguridad que no era tan divertido cubrir el puesto de empresas como cubrir un juicio o una reunión polémica del consejo del condado, por no mencionar un discurso del gobernador u otro político.

En una palabra, el gobierno era nuestro salvavidas y aunque era en cierto modo (pero solo en cierto modo) una relación de adversarios entre periodistas y funcionarios, cuando miró atrás veo que el gobierno y la prensa eran y son mutuamente dependientes entre sí. Así, a la prensa le interesa no solo que el gobierno sea grande e intrusivo, sino también que crezca. Pues el tan pregonado papel de la prensa como “perro guardián” del gobierno, si es real, es que los medios de noticias modernos son el perro faldero y las implicaciones para un sociedad libre son enormes. La famosa prensa libre e independiente que lo fundadores de EEUU creían que serviría como un control al poder y expansión del estado se ha convertido ahora en la mayor animadora del Leviatán moderno.

No es algo accidental, pues la prensa moderna no es tanto un artefacto de la era postcolonial, cuando se concibió y escribió la Primera Enmienda, sino más bien del progresismo de finales del siglo XIX y principios del XX. Los famosos “removedores de basura” la era progresista que dominaron el periodismo eran todos defensores de la expansión del gobierno. Además, fue la “prensa progresista” dominada por los imperios periodísticos de William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer la que animó con éxito a la nación a la fiebre bélica, llevando a la Guerra Hispano-Estadounidense y al imperialismo, algo que aún seguimos pagando. Un signo ominoso del periodismo moderno es que los principales premios otorgados a periodistas llevan el nombre de Pulitzer.

Ni siquiera los llamados Cánones del Periodismo que se adoptaron en 1922 cambiaron el foco “progresista” del periodismo. De hecho la fachada de la “objetividad” realmente puso peor las cosas, ya que los periodistas podían ahora afirmar no ser partidistas cuando, en realidad, su trabajo es contantemente antiempresa y antilibertad.

La Gran Depresión no hizo nada por engendrar un moderno periodismo por la libertad de empresa  y derechos de propiedad privada. Primero, como la mayoría de los otros estadounidenses, la mayoría de los reporteros veían a la depresión como un “fracaso del capitalismo”. Segundo y más importante el encantador Franklin D. Roosevelt resultaba una figura política muy superior al soso Herbert Hoover y el contacto personal en el periodismo, especialmente en el político, es muy importante. Dada la inclinación “progresista” de la prensa en la década de 1930, había pocas dudas de que el semi-socialista FDR tuviera más respuestas que el supuestamente “tosco individualista” Herbert Hoover.[1] Además, como parte de sus programas de la Works Progress Administration  (WPA), Roosevelt se aseguró de que numerosos periodistas desempleados escribieran propaganda pro-Roosevelt durante los siguientes años.[2]

Cualquier esperanza que hubiera para el periodismo moderno de apoyar el orden constitucional se perdió tras la Segunda Guerra Mundial. A medida que el gobierno de EEUU unificaba los esfuerzos para hacer a la educación universitaria disponible para cada vez más gente a través de subsidios y similares, los periódicos empezaron a solicitar que los periodistas tuvieran licenciaturas universitarias.

El reportero típico actual, aunque licenciado universitario, está relativamente mal formado, especialmente en economía. Nuestro currículum en periodismo en mi alma mater, por ejemplo exigía un año de principios económicos que recuerdo que era básicamente una serie de lecciones en keynesianismo y otros disparates económicos. En otras palabras, entré en la facultad de periodismo como un iletrado económico y dejé ésta siendo aún más iletrado. Multipliquen esto por el número de licenciados en periodismo y podemos ver solo una pequeña parte del problema.

El grado del problema fue destacado recientemente por Michael Gartner en su columna del USA Today en la que despellejaba a la gente que pensaba que nuestros impuestos eran demasiado altos. Gartner es un “respetado” periodista que fue presidente de las Noticias de la NBC. Sin embargo en 1993 las “respetadas” noticias de la NBC mostraron a “Dateline” simulando un accidente en el que se trataba de hacer que pareciera que ciertos vehículos de General Motors tendían a incendiarse en golpes laterales.

Por desgracias para “Dateline” y Gartner, luego se demostró con claridad que todo era un fraude y que la gente de la NBC lo sabía. Gartner dimitió de de la NBC y el programa tuvo que pedir disculpas públicas a GM. Hoy Gartner sigue siendo “respetado” y “Dateline” es un programa premiado, lo que asimismo nos dice algo acerca de la integridad dentro del Cuarto Poder.

Por último, pero no menos importante, está el hecho de que los periodistas hoy siguen siendo lo que han sido durante la mayor parte de su historia: operativos políticos. Aunque no tengo problemas con la gente con tendencias políticas y los periódicos y emisoras pueden hacer lo que quieran sus dueños, si los tengo con las poco honradas declaraciones de “objetividad”.

Además, para demostrar la relación simbiótica entre las clases políticas modernas y el periodismo, sólo tenemos que ver la actual “puerta giratoria” en Washington DC. La banda de antiguos empleados del gobierno trabajando como “periodistas” (de Chris Matthews a George Stephanopolous) demuestra más allá de cualquier duda qué está pasando hoy en el periodismo.

En resumen, a pesar de la promoción de la libertad de expresión dada a nuestro medios modernos, también perdimos mucho con la servil devoción del Cuarto Poder al crecimiento del gobierno. Como apuntaba Ludwig von Mises, en último término no hay libertad de expresión sin libertad de poseer y usar propiedad privada. Por desgracia, el periodismo moderno es parte del gran ataque a la propiedad. Salvo que haya algún cambio, la prensa, al final, será parte de la misma eliminación de la libertad de expresión.

 

 

 

William Anderson, investigador adjunto del Instituto Mises, enseña economía en la Universidad Estatal de Frostburg.



[1] Como apunta repetidamente Murray N. Rothbard en America’s Great Depression, Hoover era cualquier cosa menos un partidario de la libre empresa, pero el mito que la prensa y los historiadores alimentaron durante la década de 1930 sigue vivo.

[2] Por ejemplo, Studs Terkel, bien conocido por su hostilidad a la propiedad y la empresa privada , era uno de los subordinados de Roosevelt.

Published Sat, Dec 4 2010 5:50 PM by euribe