Precios del oro y pánico

Por Doug French. (Publicado el 13 de diciembre de 2010)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4899.

 

Con el oro vendiéndose en torno a 1.400$ por onza, parece como si todo el mundo se hubiera subido al carro del metal amarillo. El gurú de la inversión en materias primas Rick Rule dijo recientemente acerca de la inversión en oro: “ya no estamos solos en el comercio del oro. No podríamos describir esto como una actividad contra corriente y no podríamos describirlo como una actividad de bajo riego”.

Pero aunque Rule y gente como David Einhorn no estén solos en mantener algo o mucho dinero en oro, el Wall Street Journal muestra un perfil de un guía de inversión más típico que afirma: “El oro no tiene ninguna utilidad”. El asesor de inversiones Tim Medley dice que la gente solo cambia sus dólares por oro cuando tiene miedo y que no tendrán miedo mucho tiempo más.

Medley es lo suficientemente mayor como para recordar la marea de gente en las conferencias financieras a principios de la década de 1980 escuchando presentaciones sobre oro solo para hacer que cayera el precio del metal y no fuera a ningún sitio durante dos décadas. Se imagina que ocurrirá de nuevo lo mismo. “En una alternativa entre acciones de primera calidad y oro durante los próximos cinco a diez años, estoy convencido de que las acciones irán mucho mejor”, dice Medley.

Salvo que sus clientes le digan específicamente que compren algo de oro o depósitos en oro para sus cuentas, Medley no tocará éste. “No hay crecimiento orgánico” en el oro, dice.

Es verdad que las monedas y lingotes de oro se cubren silenciosamente de polvo. El oro no tiene personal, no fabrica ningún producto, no genera ningún beneficio y no incurre en ninguna pérdida. El metal amarillo no debe a nadie, pero el mismo tiempo no cobra tampoco ningún interés.

Sin embargo, ¿decir que el oro no tiene utilidad? El tiempo y la historia dirían otra cosa. Murray Rothbard listó siete cualidades necesarias para la moneda en una conferencia de Historia del pensamiento económico en la UNLV en el otoño de 1990. Para que una sustancia se utilice como moneda debe ser (1) generalizadamente comercializable, (2) divisible, (3) duradera, (4) reconocible, (5) homogénea y tener (6) un alto valor por unidad de peso y (7) una oferta bastante estable.

El oro resulta cumplir con los siete atributos. Sin embargo, el asesor de inversiones Medley parece estar igualando el paisaje macroeconómico actual con el de 1980, cuando el oro llegó a los 850$ por onza, pensando que a partir de aquí habrá un descenso en el precio del metal amarillo, igual que hace 30 años.

Pero resulta estar ciego al hecho de que el M2 estaba por debajo de 1,5 billones de dólares en enero de 1980, mientras que este pasado octubre era de 8,7 billones de dólares. La deuda bruta en 1980 era de 909.000 millones de dólares, el 2 de noviembre de este año, de 13,7 billones de dólares. En porcentaje del PIB, la deuda era el 33,4% en 1980; hoy es el 93,2%.

El 15 de febrero de 1980, el tipo de descuento estaba en el 13% y los fondos federales daban entre un 14,5% y un 15% (en camino hacia un 20% un año después). Hoy, el tipo de descuento es de 75 puntos básicos y los fondos federales ofrecen un rendimiento de un cero a un 0,25%.

Y mientras que las políticas de Volcker generaron protestas debido a los efectos de los altos tipos de interés en los sectores de la construcción y agrícola, causando ira, haciendo que los granjeros quebrados condujeran hasta la C Street NW, bloqueando el Eccles Building, Ben Bernankes invitó a 60 Minutes a los salones de la Fed para asegurar a la gente ante la cámara que mantendrá los tipos cerca de cero todo el tiempo que sea preciso.

Bernanke aseguraba a la audiencia nacional que la Fed no estaba imprimiendo dinero; sin embargo, no explicó de dónde iba a obtener los fondos para comprar 600.000 millones de dólares en bonos.

Rick Rule ya sabe la respuesta y no es solo que la Fed esté creando dinero de la nada para comprar bonos públicos. “La decisión del Banco Central Europeo de emular a sus pares estadounidenses de imprimir dinero para comprar bonos europeos existentes es equivalente a una falsificación pública”, dice Rule.

Y aunque los burócratas del banco central acudan a nombres elegantes para esta falsificación, como “flexibilización cuantitativa”, el propietario de Global Resource Investments discrepa de esa caracterización. Dice: “Estoy en desacuerdo; creo que es una forma de fraude. Creo que están imprimiendo dinero para comprar bonos que de otra forma nunca se venderían”.

Tim Medley cree que las acciones se venden a buenos precios y tienen el potencial para remunerar a los inversores con ganancias significativas, mientras que cree que las ganancias en precios del oro probablemente duren poco. Rule también recuerda el mercado alcista del oro de finales de la década de 1970 y afirma que este mercado aún no se ha convertido en el “mercado del eco” que fue una vez:

En un mercado del eco, el mercado puede verse golpeado por el miedo comprando como vemos ahora en el oro y la inercia establecida por los compradores con miedo atrae a los compradores codiciosos. La inercia asociada a los compradores codiciosos genera más miedo a comprar y avanza y retrocede.

Basándonos en lo que dijo Bernanke en 60 Minutes, es difícil imaginar que realmente sea demasiado tarde para tener miedo.

 

 

Douglas French es presidente del Mises Institute y autor de Early Speculative Bubbles & Increases in the Money Supply. Es doctor en economía de la Universidad de Nevada- Las Vegas, dirigido por Murray Rothbard, con el Profesor Hans-Hermann Hoppe en su tribunal de tesis. French enseña en la Academia Mises.

Published Tue, Dec 14 2010 6:42 PM by euribe
Filed under: ,