Anegando el mundo con la verdad

Por Doug French. (Publicado el 15 de diciembre de 2010)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4914.

 

El e-mail decía: “¿Viste este artículo sobre la esuela austriaca en The Economist?”

El artículo en cuestión era del mes pasado, lo que ahora parece hace años. Seguro, probablemente lo vi. Unos 50 casos así caen en mi bandeja de entrada todos los días.

Hace diez años este artículo habría sido asombroso. Hoy es u n destello en la pantalla. Pero hay alguien ahí que lo leerá y sentirá curiosidad. Buscará más y encontrará Mises.org. Entonces se producirá el cambio, el cambio más importante en el mundo: la mente empieza a entender la idea de la libertad. He aquí un acontecimiento que es más importante que cualquier cosa en el mundo físico. Repitamos esa experiencia millones y miles de millones de veces y la historia se cumplirá.

Esta llegando nuestro tiempo. Estoy convencido. La explosión de la escuela austriaca en los medios de comunicación generales es tan grande y vasta que es imposible de mantener. Estamos en el New York Times, el Wall Street Journal, el Financial Times, en todas la televisiones, en revistas y cientos de libros y en cualquier otro medio de comunicación concebible.

No, no siempre nos entienden. Lo que importa es que estas incesantes menciones, esta constante exposición de de un cuerpo de ideas, son potencialmente transformadoras.

Es nuestro momento. Ludwig von Mises luchó todo su vida por esto. Murray Rothbard soñó con un tiempo como éste. La escuela austriaca, considerada ampliamente, ha trabajado durante 500 por llevar el mensaje de los mercados libres, la moneda fuerte y el destrozo causado por la intervención del gobierno.

El gobierno y sus apologistas trabajaron para suprimir los escritos de los grandes defensores de la libertad económica a lo largo de todo el siglo XX. Se supone que debemos creernos los planes del gobierno para nuestras vidas y las de todos los demás en todo el mundo. Se supone que tenemos que pagar, obedecer y callarnos.

No funcionó. Trataron de matar a Mises y luego quemaron sus libros. Escapó a Ginebra y luego a Nueva York y continuó escribiendo los mejores tratados nunca escritos. Arrojaron a Rothbard a una diminuta oficina en una pequeña universidad de Brooklyn e igualmente escribió y publicó e hizo historia. Así a sido siempre: la pluma es más poderosa que la espada.

En nuestro tiempo, una razón importante y quizá la razón importante, para este fenomenal progreso es el trabajo del Instituto Mises. Es la infraestructura que da lugar y soporta a todo el resto.

El Instituto Mises fue fundado por Lew Rockwell en 1982, cuando la causa de la moneda fuerte era desesperada y las obras de Mises se deslizaban hacia la oscuridad. Nuestra primera conferencia fue sobre el patrón oro. En ese momento, todos dijeron que era una mala idea. Casi 30 años después, todo el mundo está viendo en línea esos discursos.

En estas décadas hemos publicado cientos de libros sobre libertad económica, algunos técnicos, algunos populares, algunos serios, algunos divertidos. Desde el principio de la era digital nuestra audiencia se ha expandido a millones. Realmente no hay forma de trazar completamente la influencia del Instituto Mises, pero es penetrante, ubicua y, caramba, casi universal.

La razón es el nombre de dominio que ven en la ventana de su navegador. Este dominio ha estado sobrealimentado mediante la estrategia más brillante (y según algunos, loca) nunca imaginada: damos todo lo que podemos. Damos clases, películas, libros, revistas, artículos e información en todas las formas concebibles en que podemos empaquetarla.

Cuando la gente toma nuestro material y lo difunde a su alrededor, no es piratería. Es generosidad. Difundir ideas es lo que hacemos. Imaginamos una audiencia ilimitada para lo que hacemos. Dejamos que la verdad haga el trabajo a partir de ahí. Es el método liberal pasado de moda y funciona.

El poder de las ideas no esta solo en las propias ideas. Está en cómo pueden difundirse. Podemos copiarlas una y otra vez eternamente. Pueden tomarse, transformarse, remezclarse, publicarse y republicarse y mediante estos medios las ideas pueden entrar en cualquier recoveco del universo conocido, hasta el punto de que la gente ni siquiera conoce su origen.

¿Por qué no usar este poder a favor de la libertad? Me deja atónito que cualquier institución dedicada a la educación intente deliberadamente restringir el flujo de las ideas. Nosotros hacemos lo contrario. Estamos realizando un volcado masivo de ideas en todo el mundo, 24/7. Está funcionando.

Cuando ustedes donan al Instituto Mises, apoyando financieramente lo que hacemos, no solo están apoyando a una institución. Están apoyando el cambio de mentalidad en todos los rincones de la tierra.

¿Han visto cuántos Institutos Mises están apareciendo en todo el mundo? Está ocurriendo precisamente a causa de nuestras políticas de código abierto sobre la información. Se traducen y publican libros y artículos todos los días. No nos piden permiso. No lo necesitan y no queremos que lo necesiten.

En los últimos dos años hemos desenterrado cientos de libros magníficos sobre economía austriaca y los hemos publicado, dando cuidadosamente un rodeo para eludir las regulaciones restrictivas del gobierno. Y hoy todo está disponible. Cientos de autores han sido resucitados, como si fuera espiritismo digital, para hablar de nuevo al mundo.

Los efectos son potencialmente revolucionarios. ¿Saben por qué los gobiernos del mundo están tan alarmados por WikiLeaks? Porque temen a la información. En este sentido, Mises.org es el enemigo definitivo del estado, porque no solo estamos dedicados a mostrar lo que está mal en el estatismo, sino también a mostrar lo que hay de bello, productivo y magnífico en la libertad humana.

Mucha gente desespera hoy acerca de la libertad. No tiene sentido. La respuesta a todos nuestros problemas va ligada a lo que cree la gente. Los gobiernos no tienen ninguna posibilidad contra una población mundial que realmente entienda.

¿Piensan que es imposible? Falso. Toda revolución en la historia humana empezó con una sola idea. Cuando la idea se extiende, porque es convincente, lo gobernantes despiertan a un nuevo mundo. Puede ocurrir de nuevo y ocurrirá y podría ser en nuestra generación. El Instituto Mies se dedica a hacer que ocurra.

Hay quien dice que nuestra estrategia no vale porque los usuarios digitales no ponen su dinero donde están sus navegadores. No lo creo. La generosidad inspira generosidad. Esta es la manera en que comunidades globales como la nuestra se forman y sostienen a sí mismas.

Por favor, únanse a nosotros en esta labor. Compartimos su pasión. Tenemos la tecnología y el modelo. Muestren su confianza en nuestro trabajo con una generosa donación. Tengan nuestra gratitud. Les agradecemos su confianza.

Trabajemos juntos, mientras podamos, hacia un mundo libre.

 

 

Douglas French es presidente del Mises Institute y autor de Early Speculative Bubbles & Increases in the Money Supply y Walk Away: The Rise and Fall of the Home-Ownership Myth. Es doctor en economía de la Universidad de Nevada- Las Vegas, dirigido por Murray Rothbard, con el Profesor Hans-Hermann Hoppe en su tribunal de tesis. French enseña en la Academia Mises.

Published Thu, Dec 16 2010 6:18 PM by euribe