Por Sterling T. Terrell. (Publicado el 26 de enero de 2011)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4985.
Sin duda la nación de Mauricio es el país más libre del que haya oído hablar nunca: de hecho es el país más libre de toda África.
Localizada alejada de la costa oriental de África, al este de Madagascar, Mauricio es una isla que se encuentra en la zona oeste del Océano Índico.
Con una población en torno a 1,3 millones de personas viviendo en poco más de 2.000 kilómetros cuadrados, los ciudadanos de Mauricio disfrutan de un clima templado, bellos paisajes y una vida en una de los países menos corruptos de África, de acuerdo con Transparencia Internacional. La mayoría de los ciudadanos de Mauricio trabajan principalmente en el azúcar, turismo, textiles y el creciente sector financiero. El escritor premio Nobel J.M.G. Le Clézio incluso llama a Mauricio su casa.
Los marineros árabes y malayos fueron los primeros en llegar a Mauricio en el siglo X, pero no fue descubierta por Occidente hasta el siglo XVI. Colonizada primero por los holandeses, los franceses tomaron el control de la isla en 1817 y luego los británicos en 1810.
Finalmente Mauricio obtuvo su independencia del Reino Unido en 1968 y creció hasta convertirse en lo que es hoy día: un modelo de libertad para el continente de África.
La floreciente economía de Mauricio está clasificada en el 12º lugar de la Fundación Heritage en su Índice de Libertad Económica 2011, justo detrás e Chile y encima de Luxemburgo. El índice clasifica las naciones basándose en la libertad en categorías como negocios, impuestos, moneda, finanzas y trabajo.
Para ver el tenor de los extremos implicados, Hong Kong, Singapur y Australia están clasificadas en los tres primeros puestos. Por el contrario, Cuba, Zimbabwe y Corea del Norte están al final de la lista. Las naciones de Afganistán, Iraq, Liechtenstein y Sudán no están clasificadas debido a la insuficiencia de los datos.
Mauricio destaca especialmente en su libertad en la inversión, clasificada como la sexta del mundo. El índice dice:
Se trata por igual a inversores extranjeros y locales y los extranjeros pueden controlar el 100% de las empresas en la mayoría de los sectores económicos. Un código de inversión extranjera transparente y bien definido hace de Mauricio uno de los mejores lugares de la región para la inversión extranjera. El sistema legal local es en general no discriminatorio y transparente. Los residentes y los no residentes pueden tener cuentas corrientes en divisas. No hay controles a pagos o transferencias. Los extranjeros pueden adquirir propiedades sujetos a algunas restricciones. Las inversiones extranjeras nunca han sido objeto de nacionalización o expropiación.
Respecto de la libertad fiscal, solo 16 países quedan por encima de Mauricio. En esa categoría el informe declara:
Mauricio tiene un régimen fiscal muy competitivo. Tanto el tipo del impuesto de la renta como el impuesto de sociedad son un 15% fijo. Otros impuestos incluyen un impuesto sobre el valor añadido (IVA) y un impuesto sobre la propiedad. Empresarios y empleados pagan contribuciones a la seguridad social y pensiones. En el último año, el ingreso fiscal general en relación con el PIB fue del 19%.
Para comparar estas cifras, Estados Unidos actualmente tiene un impuesto de la renta gradual con un máximo del 35% y un impuesto de sociedades del 35%. El máximo tipo del impuesto de la renta en Alemania es del 47,5%, con un impuesto de sociedades del 33% y en Francia estos tipos con del 40% y el 34,4%. En Italia son el 43% y el 31,4%.
La libertad de comercio es otra categoría en la que Mauricio puntúa relativamente bien en el índice, con un tipo arancelario medio corregido del 1%. Entretanto, Estados Unidos tiene tipo arancelario medio corregido del 1,8%.
También es notable la cifra de gasto público de Mauricio. En una escala del índice con 100 como la nota más libre posible en la categoría, Mauricio saca 80 puntos. En esta área, el estudio señala:
El gasto de estímulo dirigido a la inversión en infraestructuras y el mantenimiento de los puestos de trabajo empezó en diciembre de 2008 y continuó a o largo de 2010. En los años más recientes, los gastos públicos totales, incluyendo el consumo y los pagos de transferencias mostraron un modesto aumento hasta el 25,8% del PIB.
Mientras que el gasto público de Mauricio totalizaba un 25,8% del PIB, el gasto del gobierno estadounidense durante el mismo periodo totalizaba un 38,9% del PIB.
En consecuencia, Estados Unidos obtuvo solo 54,6 de los 100 puntos posibles en la categoría de gasto público. El estudio dice de Estados Unidos:
En el último año, los gastos públicos totales, incluyendo el consumo y los pagos de transferencias, llegaron al 38,9% del PIB. Los aumentos del gasto totalizaron muy por encima del billón de dólares solo en 2009, un aumento de más del 20% respecto de 2008. El gasto de estímulo ha dañado la balanza fiscal y puesto a la deuda federal en una trayectoria insostenible. La deuda pública bruta superó el 90% del PIB en 2010.
En Alemania, el gasto publico equivalió al 43,7% del PIB, en Francia sumó un 52,8% del PIB y en Italia la cifra fue del 48,8%.
Pasaron los tiempos en que Occidente en general y Estados Unidos en particular eran un ejemplo de esperanza y libertad al que podía mirar el mundo. No me malinterpreten, seguimos haciendo bien muchas cosas en Estados Unidos, pero ver gastar y regular al gobierno mientras la nación arde no es una de ellas.
Es verdad que Mauricio es una excepción en África, pero son una excepción a emular por toda África y buena parte de Occidente. Enhorabuena a Mauricio.
Aunque quién sabe, tal vez Mauricio esté por debajo de lo óptimo. Quiero decir, viven literalmente encima de un volcán.
Sterling T. Terrell es economista y escritor. Vive en las afueras de San Antonio, Texas.