Por Doug French. (Publicado el 11 de marzo de 2011)
Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5083.
Jean Meyer cree que es los mejores y los más brillantes están solos en los campus universitarios. Este francés de 28 años dice que los estudiantes universitarios solo se comunican a través de tecnologías y están tan centrados en sus carreras que están dejando el amor en segundo plano. Pensando que estos triunfadores necesitan una forma de encontrarse eficientemente, como no tienen el tiempo o la inclinación para pasarse por los pubs de la universidad, Meyer, estudiante de empresariales en la Universidad de Columbia, fundó Datemyschool.com, un servicio de citas en línea para estudiantes ocupados y exigentes.
Los inversores privados han apostado por el sitio una inversión de 500.000$, informa el New York Times, y está ahora mismo operando en Columbia, la Universidad de Nueva York y el Fashion Institute of Technology. “Creado con Balazs Alexa, de 28 años, también estudiante de MBA en Columbia, Date My School ofrece un atajo altamente selectivo al amor a estudiantes que se desenvuelven en los medios sociales pero están demasiado ocupados en sus estudios como para tener mucha vida social real”, escribe Hannah Miet para el Times.
A la alumna Teresa Finney le gusta el sitio de Meyer y Alexa porque los sitios de cita tradicionales no están trabajando para ella y ella no tiene tiempo libre que perder buscando a Don Perfecto en el Starbucks. “Me interesa citarme con gente que no se sienta amenazada por mi agenda”.
“El sitio es elitista y eso es lo bueno”, dice Finney al Times. Aunque la estructura política de la democracia o la república no va a desaparecer pronto, lugares como éste pueden juntar a algunos de los jóvenes más motivados del mundo que se encuentran en el extremo derecho de la campana de Gauss de la inteligencia.
La explosión creativa podría ser podría ser increíble, sirviendo para cambiar el mundo a través de la tecnología y el comercio en lugar del actual desperdicio de energía y tiempo en soluciones políticas que son poco más que terapias de grupo para animar a los sociópatas.
En su ensayo “Natural Elites, Intellectuals, and the State”, Hans-Hermann Hoppe escribía sobre una élite natural, un grupo de personas que ascendería a papeles de liderazgo en una sociedad libre como resultado de las transacciones voluntarias en lugar de la fuerza del estado. Estas transacciones que ocurran entre dueños de propiedad privada serian “no igualitarias, jerárquicas y elitistas”.
Lo sociedad elegiría su élite natural debido a sus capacidades y talentos naturales. Las élites conseguirían riqueza, sabiduría y coraje y a su vez pasarían a poseer la autoridad natural, con sus opiniones y juicios mereciendo respeto. Hoppe continúa destacando que, a través de las citas y el matrimonio selectivos, las posiciones de autoridad natural probablemente se pases dentro de unas pocas familias: es hacia esas familias hacia las que la sociedad acudirá con sus conflictos.
Date My School pretende expandirse a otros campus en ambas costas. Para quien conozca la historia de Facebook, todo esto suena familiar y a Meyer a veces se le llama el Zuckerberg francés.
Pero mientras que Facebook intenta ahora conectar a todos en todas partes, Date My School es solo para los selectivos que estudian en universidades exclusivas (al menos por ahora).
Muchos estudiantes y antiguos estudiantes de universidad dirán que no hay necesidad de ayuda en línea para citarse y ligar. Después de todo hay miles de estudiantes cohabitando en un área pequeña: es un entorno rico en objetivos. Es verdad, para quienes disfrutan y son buenos en las relaciones sociales. Ir a bares, bailes y acontecimientos para poner en práctica movimientos que han desarrollado para encandilar al sexo contrario es disfrutable para quienes practican continuamente este tipo de cosas.
Sin embargo para los empollones y los preocupados por sus carreras, estos cuatro a seis años de citas rituales vestidos con los colores de la escuela son en el mejor de los casos una molestia y pueden de hecho ser directamente dolorosos. El cálculo avanzado es sencillo para ellos, pero hacer las cosas para atraerá a Don Perfecto o Doña Perfecta (o a Ahora Mismo) es un concepto extraño y la curva de aprendizaje es empinada.
La división del trabajo funciona en las citas como en cualquier otra cosa. Los inclinados académicamente deberían dedicar sus energías y tiempo en sus estudios. Disfrutan con eso y son buenos en eso. Y ahora estos jóvenes empresarios han creado una forma de reunir eficientemente gente potencialmente compatible. “Si estas en la universidad en la NYU o en Columbia, tengo que suponer que eres inteligente, ambicioso y motivado, al menos una de las tres cosas”, decía el estudiante de Columbia Jonathan Fainberg al NYT. “Hasta ahora, todas los que he conocido a través de Date My School han sido personas impresionantes, aunque no quisiera tener una cita con ellas”.
Aunque nuevas, las citas en línea han crecido rápidamente hasta ser un negocio de 4.000 millones de dólares. Se infoma de que una de cada cinco personas en una relación de compromiso se conocieron en línea. Los sitios de más éxito se centran en emparejar gente por raza, religión u orientación sexual. Puede no parecer romántico, pero ser presentado a alguien con la misma capacidad intelectual, impulso e intereses comunes tiene mucho sentido.
En 2002, un artículo de la revista Wired preveía que
Dentro de veinte años, la idea de que alguien busque pareja sin buscarla en línea será tonta, equivalente a evitar el catálogo en lugar de vagar por las estanterías porque “los libros correctos solo se encuentran por accidente”. La serendipia es el sello de los mercados ineficientes y el mercado del amor, nos guste o no, se está haciendo más eficiente.
Meyer dice al Times: “Los jóvenes hoy tienen la impresión de que citarse es como comprar productos de consumo”. Citarse puede en realidad ser como comprar bienes de consumo, pero las relaciones a largo plazo sería análogas a lo que un economista austriaco llamaría bienes de orden superior.
Quienes tengan bajas preferencias temporales estarán más inclinados por buscar parejas con las que puedan crecer y prosperar emocionalmente a largo plazo. Las citas en línea selectivas aumentan estas perspectivas. Por el contrario, como Tho Bishop describe en su maravilloso artículo “Un auge y declive románticos”, jugar por una ganancia romántica a corto plazo es el equivalente a una mala inversión.
En el mundo moderno, solo aquéllos con altas preferencias temporales dejarán el amor al azar. Quienes tengan bajas preferencias temporales, un alto poder mental y motivación utilizarán la tecnología para encontrar pareja. Con el tiempo, la élite natural de Hoppe aparecerá, no a través de la política sino de la división del trabajo amplificada por la tecnología y la creatividad empresarial.
Douglas French es presidente del Mises Institute y autor de Early Speculative Bubbles & Increases in the Money Supply y Walk Away: The Rise and Fall of the Home-Ownership Myth. Es doctor en economía de la Universidad de Nevada-Las Vegas, dirigido por Murray Rothbard, con el Profesor Hans-Hermann Hoppe en su tribunal de tesis. French enseña en la Mises Academy.