El helado casero no existe

Por Jeffrey A. Tucker. (Publicado el 15 de marzo de 2011)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5104.  

 

En la sección de congelados de la tienda hay helados de sabor Granos de vainilla, Vainilla francesa y otro sabor llamado Vainilla casera. ¡Venga! Estoy en la tienda viendo estanterías y estanterías de productos comerciales fabricados por una enorme maquinaria capitalista, una cornucopia de productos congelados hechos con tecnologías industriales avanzadas, hechos a partir de bienes y servicios que requieren una división global del trabajo y un sofisticado sistema de comercio y precios basado en la propiedad privada y lleno de riesgo empresarial en cada etapa de la producción.

No hay nada “casero” en nada de lo que hay aquí, u sin duda todos lo saben. Es solo mercadotecnia, no que haya nada erróneo en ello.

Pero me hizo pensar. ¿Qué es un helado realmente casero? Oh, lo he hecho antes. Siempre me ha sorprendido que no podamos hacer helado casero real sin una máquina eléctrica. La electricidad es bastante artificial y si encendemos una máquina ¿en qué sentido estamos realmente haciéndolo? Echar ingredientes en un cubo eléctrico y esperar no es realmente “hacer” nada. Igual podríamos dejar que lo hiciera otro y comprárselo. También podríamos ir a la sección de congelados de la tienda.

No, lo casero de hacerse a mano entero, haciendo que los brazos realicen el trabajo duro. Y puede ser agotador. Giras y giras la manivela y parece como si nunca se vaya a convertir en un helado espeso. Cuando por fin lo hace y estás cansado, el giro se hace cada vez más duro hasta que tienes que poner todo tu empeño en ello y finalmente no lo puedes girar más. En ese momento está listo para comer.

¿Merece la pena? Es un juicio subjetivo. Pero pensemos ¿cuántos de los propios ingredientes son caseros? ¿Lo que hace el helado es realmente casero y verdaderamente auténtico? Ya hemos prescindido de la necesidad de una planta eléctrica en nuestro jardín trasero recurriendo al método de la manivela. Es un gran paso hacia lo casero.

¿Qué pasa con la sal de roca, un producto que parece útil tanto para acabar con el hielo en las aceras como para fabricar helado, pero no para mucho más? Compré mi paquete en la tienda. Esto claramente pone en peligro la aparente necesidad de autarquía en la producción de helados, así que ¿qué pasa ni la fabricamos nosotros mismos?

La Wikipedia en inglés dice que la sal de roca:

se produce en grandes capas de minerales sedimentarios de evaporación resultado del secado de lagos, playas y mares cerrados. Las capas de sal pueden tener un grosor de cientos de metros y ocupar grandes áreas. En Estados Unidos y Canadá se extienden grandes capas desde la cuenca de los Apalaches del oeste de Nueva York a través de partes de Ontario y bajo buena parte de la cuenca de Michigan. Hay otros depósitos en Ohio, Kansas, Nuevo México, Nueva Escocia y Saskatchewan. La mina de sal de Khewra es un enorme depósito de sal cerca de Islamabad, Pakistán. En Reino Unido hay tres minas, la mayor de las cuales está en Winsford en Chesire, produciendo medio millón de toneladas de media cada seis meses.

Todo lo que puedo decir es: Caramba, tengo que viajar. Y contratar a gente. Y luego tengo el problema de empaquetar el producto y enviarlo de vuelta desde Islamabad o Winsford o donde sea. Pero esperen, parece que Morton vende un producto que podría ser lo mismo pero, en todo caso, lo vende como Sal de helado, para distinguirlo la simple sal de roca para calzadas y similares. En qué se diferencian, no lo sé. Pero no voy a arriesgarme, así que está claro que se necesita más investigación sobre este punto.

Luego está el problema de la leche. Podría comprar una vaca pero eso supone mucho mantenimiento. Entiendo que hay que ordeñar esas cosas periódicamente hagas helado o no. Y está el problema de alimentarla y los desperdicios y muchas otras cosas. Criar y mantener sano a este animal podría convertirse en un trabajo a tiempo completo, sin que quede tiempo para hacer helado, no digamos para disfrutarlo.

Por supuesto necesitamos refrigeración y hielo, sin los que las cosas sería bastante desesperadas. Llevó casi toda la historia registrada de la humanidad inventar el refrigerador, que solo empezó a ser habitual en los hogares estadounidenses en las décadas de 1920 y 1930, así que sería muy presuntuoso por mi parte suponer que puedo construirme uno yo mismo. Además, estas cosas funcionan con electricidad y pienso que la había evitado en nombre de la autenticidad. Ya que estoy utilizando la electricidad para almacenar la leche y el hielo, ¿por qué no dejar que la electricidad también mueva la manivela?

Vuelvo al plan A: obtener un generador. Hago como que no me doy cuenta del problema de fabricar gasolina casera para moverlo. Después de todo podría usar un río (tengo que conseguir uno de ésos) o construir un gigantesco molino de viento (preparémonos para los cadáveres de pájaros ensuciando el jardín), pero no hay energía en días sin viento. ¿Qué tal un generador solar? Saquemos el Cristasol (¿puedo hacerlo en casa también?). Esto empieza a hacerse caro.

Por supuesto necesitamos huevos, lo que significa gallinas, que no descartaría del todo, pero toda la gente que conozco que ha tratado de criar gallinas para tener huevos ha acabado tirando la toalla. Es un trabajo desagradable, lleno de problemas inesperados, como librarse de las alimañas y mantener a las gallinas calientes y comprar comida cara y ocuparse de bichos mugrientos y gallineros.

Es factible, siempre que quiera dejar mi trabajo para criar vacas y gallinas. Pero sigue existiendo el problema del azúcar y la harina. El azúcar puede obtenerse de muchas formas. Podría criar abajes o cultivar caña de azúcar o extraerlo de la fruta y muchos otros procesos, todos bastantes desalentadores. Sería mucho más fácil simplemente comprar algo, pero entonces ¿qué pasa con la autenticidad y ese importante aspecto “casero” de mi helado?

Hablemos ahora de la vainilla. Aparentemente proviene de un grano cultivado en México y Mdagascar y, dice la Wikipedia en inglés, “hace falta un trabajo extensivo para cultivar las semillas en forma de vaina de la vainilla”. M parece que he tropezado con un problema imposible de resolver. No vivo en ninguno de ambos lugares y aparentemente ni clima no permite cultivar vainilla. Tal vez necesite un invernadero. La vainilla artificial requeriría un laboratorio químico.

No he dicho nada acerca de la propia heladera, que usa mecanismo y una manivela de acero inoxidable. En toda la historia de la humanidad, el acero como lo conocemos solo se ha hecho económicamente viable en el siglo XIX y el acero inoxidable en una invención mucho más moderna. Haría falta que estudiara mucho para siquiera entender los aspectos metalúrgicos de éste. Y como mínimo, necesitaría un alto horno y me pregunto cómo se las arreglarían junto a éste la vaca, las gallinas, la planta eléctrica y el invernadero de la vainilla.

Una vez que tenga el acero aún tengo que darle forma. Luego está el problema de la madera para la cubeta, así que necesito cultivar árboles y cortarlos y darles forma de alguna manera para hacer tablillas redondeadas. Ahora mismo parece que necesito un jardín trasero lleno de cosas de todas las naciones y todas las temporadas, sin mencionar la imposibilidad física  de mantener todos estos artefactos sin una enorme fuerza laboral que incluiría ingenieros en muchos campos y expertos en un enorme rango de tareas. La quiebra llegaría aún antes de que empezara a operar.

La división del trabajo (global y afectando a miles e incluso millones de personas) se ve cada vez mejor, todo hermosamente coordinado por el sistema de precios e impulsada por empresarios en todas las etapas, operando en coordinación desde todas las partes del mundo.

De hecho, queda bastante claro que no existe el helado casero y que usamos la expresión solo en su sentido más metafórico. Gracias a Dios. En este caso, veo de qué se trata: la tienda es solo la última parada en un enorme y extenso proceso que apareció hace siglos y requiere la participación de gente de todo el mundo.

Le pueden llamar helado casero de vainilla si quieren. Dado que se han ocupado de conseguirnos buena comida a buenos precios, los capitalistas se han ganado con creces el derecho a estirar el lenguaje un poco cuando tratan de persuadirnos para comprar sus productos Somos los beneficiarios de un notable sistema de cooperación humana.

 

 

Jeffrey Tucker es editor de Mises.org y autor de Bourbon for Breakfast: Living Outside the Statist Quo.

Published Wed, Mar 16 2011 8:43 PM by euribe