La economía de la tierra de Irlanda

Por Justin T.P. Quinn. (Publicado el 17 de marzo de 2011)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí http://mises.org/daily/5102.

 

No, no estoy hablando de los actuales problemas económicos de Irlanda. Me refiere a la tierra tierra. Es correcto, la tierra (del terreno) en irlanda. Podemos comprarla por unos 15$. Entremos simplemente en cualquier tienda irlandesa de regalos o simplemente pidámosla en línea a la compañía que realmente la distribuye. La tierra de Irlanda es un producto real que la gente puede comprar y compra. Para la gente maldecida con la mentalidad anticapitalista, esto realmente puede hacerles que se caigan de la silla.

Puedo oírles ahora: “Guau, sabía que los irlandeses son tontos, pero esto realmente se lleva la palma. ¿No se dan cuenta de que no están comprando nada, de que les están estafando? ¡Es tierra, por Dios!”

Uno podría pensar que ese tipo de timador de feria del siglo XIX habría desaparecido en la Era Progresista con la introducción de la regulación pública que garantizaba la calidad de los productos vendidos en el mercado. Es solo otro ejemplo, mejor dicho, otra prueba de que la gentes sencillamente es demasiado estúpida como para saber lo que es mejor para ella y que necesitamos más regulación pública para asegurarnos de que el próximo empresario ladrón con labia se aproveche de las masas necias.

Incluso los librecambistas podrían no “pillarlo” cuando se refiere a vender tierra. Entienden el valor subjetivo de los bienes ¿pero tierra? Lo que no entienden es que no es solo tierra o siquiera tierra irlandesa, sino que ahí hay un significado profundo cultural e histórico tras ella. La tierra ha sido un producto y una buena parte de la economía de Irlanda durante siglos. La supervivencia a menudo dependía de ella, y no estoy hablando de agricultura.

En las ciénagas de la Irlanda central, hay una capa de tierra llamada turba, que está compuesta por raíces, plantas marchitas y otro material orgánico que mantiene unido el terreno. Se creó hace miles de años y se extiende hacia abajo durante varios metros. Es ideal para la agricultura, pero puede cortarse en grandes bloques y dejarse secar al sol. Estos “bloques de turba” resultan ser un combustible para quemar muy eficiente y se utilizan incluso hoy en día para proveer calor y electricidad a hogares irlandeses.

Se sigue recogiendo la turba a mano, pero solo en algunas ciénagas pequeñas de propiedad privada. La mayor parte de la recogida de turba es hoy un proceso industrial a gran escala. Cuando la Gran Hambruna forzó a millones de irlandeses a emigrar a Estados Unidos, muchos trajeron consigo un bloque de turba, un recuerdo del viejo país y su anterior modo de vida.

Así que resulta que la tierra irlandesa posee una utilidad real, una utilidad más allá de la que uno esperaría de la tierra. Durante siglos, ha sido recogida, refinada, empaquetada y vendida a comerciantes mayoristas. Estos mayoristas trocean luego esos grandes paquetes en otros más pequeños y los venden a los vendedores al detalle. Al detalle pueden luego ser comprados por el consumidor, normalmente en forma de briquetas como combustible para la chimenea.

Su precio ha estado sujeto a las leyes de oferta y demanda y su ritmo de consumo gobernado y moderado por la preferencia temporal y la ley de la utilidad marginal. Es un producto tan “legítimo” como cualquier otro bien y cualquier irlandés con un conocimiento básico de la historia de su familia entendería por qué su bisabuelo tenía un apego sentimental tan profundo por un pequeño bloque de turba que trajo consigo a Estados Unidos.

La demanda de tierra irlandesa en Estados Unidos es un mercado completamente distinto del que existe en Irlanda. No se desea por su utilidad, sino por el significado asociado a su historia en la Isla Esmeralda. Puede usarse para una ocasión especial, como un funeral, una boda, un bautizo o una mudanza a una casa nueva. Algunos no la quieren más que por la propia maravilla de cultivar tréboles en tierra irlandesa real. Tal vez usted haya querido siempre ir a Irlanda, pero no podía permitírselo. El libre mercado le trae literalmente Irlanda.

Es por causa de este mercado único irlando-americano que la tierra irlandesa oficial vendida por la compañía exportadora Auld Sod cumple con ciertos requisitos de mercado. No está pensada para calentar la casa, pero es realmente apropiada  para cultivar cosas.

Se usa un método patentado de producción para garantizar no solo que tenga la textura y olor deseados, sino que la tierra no es realmente tierra (vea este vídeo, alrededor del segundo minuto). Puede aplastarla con los dedos y limpiarse sin que haya pequeñas partículas adheridas a su piel: no necesita agua o jabón. ¿Qué milagro del libre mercado! Suena casi utópico que las fuerzas del capitalismo puedan aumentar lo niveles de vida hasta un grado en que la tierra ya no mancha.

Para quienes sigan preocupados por el bienestar de los ignorantes consumidores, sepan por favor que la tierra irlandesa está, en realidad, altamente regulada tanto pro el gobierno irlandés como por el estadounidense. La producción de turba en Irlanda fue socializada en 1946 y la mayoría del terreno para recoger turba es propiedad del gobierno y gestionado  por la empresa pública  Bord na Móna. Si quieres exportar tierra irlandesa a Estados Unidos, debe estar aprobado tanto por el departamento de agricultura irlandés como estadounidense.

Po muy tonto que parezca, nuestro gobierno realmente siente la necesidad de protegernos de la tierra. Hace que uno se siente verdaderamente agradecido sabe cuánto hace nuestro gobierno cuando nos protege de cosas como las vacas locas, la gripe porcina, el DDT, las medicinas contra el resfriado y los zumos de granada.

C'est la vie. A pesar de estos obstáculos, el mercado se abre camino. Todos quieren ser irlandeses, al menos por un día. Ahora, gracias al milagro del comercio, podemos no solo calificarnos de irlandeses sino incluso tener un pedazo de Irlanda que podemos calificar de nuestro.

 

 

Justin T. P. Quinn es un eagle scout, ha realizado gestión de proyectos tanto para empresas privadas como sin ánimo de lucro y está ahora evaluando oportunidades de licenciatura en los campos de la economía, la historia y la filosofía. Vive en Nueva Jersey.

Published Thu, Mar 17 2011 9:01 PM by euribe