La crisis de la deuda no puede resolverse con más deuda

Por David Saied. (Publicado el 11 de agosto de 2009)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/3615.

 

El principal problema de la crisis económica actual es que las autoridades están tratando de resolver la crisis de la deuda añadiendo más deuda, que es como tratar de curar una infección viral inyectando más virus. En el caso de que alguien lo haya olvidado, Estados Unidos sufre una seria crisis de crédito, es decir, una crisis de deuda.

Todos los sectores de la economía estadounidense están sufriendo una adicción crónica al crédito, que se manifiesta como la enfermedad de la deuda excesiva. Las deudas familiares, empresariales y públicas han llegado a máximos históricos. Por consiguiente, no parecería lógico que el gobierno federal luchara contra la crisis de la deuda añadiendo billones de dólares a la deuda nacional y rebajando los tipos de interés para promover aún más crédito.

Una crisis de deuda solo puede resolverse liquidando y reduciendo deudas; no puede resolverse creando aún más deuda encima de una economía extremadamente sobreapalancada.

El crédito al consumo, que en 1950 solo era el 6% del producto interior bruto (PIB) se había triplicado en 2009 hasta el 18% del PIB. El crédito bancario, que en 1947 era el 45% del PIB ha aumentado en 2009 hasta el 67% del PIB. La deuda familiar, que en 1957 solo era de alrededor del 45% de la renta nacional, ascendió a más del 120% de la renta nacional en 2007. De acuerdo con la oficina del presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), la deuda federal, que ya estaba en un alto nivel del 41% del PIB en 2008 se espera que aumente hasta el 200% del PIB en 2038. La CBO espera que la deuda federal crezca hasta el 60% del PIB en 2010.

Sin embargo, si leemos las declaraciones de los políticos, parecería que el problema no es un exceso de crédito, sino exactamente lo opuesto. En su opinión, el problema es una falta de crédito. El 14 de abril de 2009 el Presidente Obama hizo los siguientes comentarios acerca de la crisis, declarando que:

el segundo paso ha sido sanar nuestro sistema financiero para que el crédito vuelva a fluir a empresas y familias. (…) El corazón de esta crisis financiera es que demasiados bancos y otras instituciones financieras simplemente dejaron de prestar dinero (…) Estoy de acuerdo (…) en que debemos proveer a los bancos el capital y la confianza necesarios para volver a empezar a prestar.

Más recientemente, el 21 de julio de 2009, el Presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke declaraba que “muchas de las mejoras en las condiciones financieras pueden atribuirse, en parte, a acciones políticas realizadas por la Reserva Federal para animar el flujo del crédito”. Y muchos líderes republicanos han realizado declaraciones similares.

Está claro que los políticos están de acuerdo en algo: quieren más crédito en el sistema. Pero lo que esto significa es que, consciente o inconscientemente, los políticos quieren que los estadounidenses y el país se endeuden más.

Argentina sufrió un colapso financiero similar en 2001, cuando su deuda externa había aumentado a más del 120% del PIB. Como la mayoría de los países que se han recuperado de una crisis financiera, el total de la deuda de consumidores, empresas y gobierno había caído significativamente una vez que estalló la burbuja. Por ejemplo, la deuda externa Argentina cayó a solo un 46% del PIB en septiembre de 2008. No fue una coincidencia: reducir su deuda era un paso necesario para acabar con la crisis.

Sin embargo, Estados Unidos parece ir en la dirección contraria. Como se ha visto antes, la deuda federal está creciendo a un ritmo insostenible y el crédito bancario, contrariamente a los que muchos (incluido el presidente) creen, realmente ha continuado creciendo. El crédito bancario aumento de 9,15 billones de dólares al inicio de la crisis en septiembre de 2008 a 9,31 billones en junio de 2009.

La única forma de resolver una crisis de deuda (una vía probada por otros países que han sobrevivido a crisis similares) es reducir drásticamente los niveles totales de deuda. Individuos, empresas y gobierno deben apretarse el cinturón, reducir gastos y vivir dentro de sus posibilidades. ¿Cómo pueden resolver la crisis de la deuda una política monetaria que promueva más crédito y una política fiscal que crea más deuda? Le respuesta está clara: no pueden.

En cierto modo, el estilo de vida del pueblo y el gobierno estadounidenses ha sido una negación de la realidad. En los últimos 50 años, Estados Unidos ha vivido del crédito y acumulado una deuda excesiva. Esta crisis financiera, si no se interviniera, habría sido un despertador. Habría obligado a la reducción de la deuda en todos los sectores. Sin embargo, los políticos no están permitiendo que se produzca esta necesaria limpieza, no solo a través de sus políticas fiscales y monetarias, sino asimismo a través de políticas públicas que impiden que se produzcan distintas ejecuciones y liquidaciones.

No es solo que la aparente prosperidad de los últimos años sea artificial e insostenible, es que era esencialmente una prosperidad prestada. Y lo que es peor, los fondos se obtuvieron, no de ahorros reales, sino de dinero creado artificialmente por la Reserva Federal.

Esta es hoy la cruda realidad de la economía de Estados Unidos. La prosperidad de las últimas pocas décadas ha sido en buena parte una gran ilusión generada por un crédito artificialmente creado. Esta crisis financiera es solo la “ejecución” de la economía nacional. En otras palabras, el mercado sencillamente está tratando de forzar a la economía estadounidense a liquidar su deuda.

Por tanto, cualquier política que haga lo contrario (es decir, cualquier política que promueva o aumente la deuda) solo empeorará las cosas. Acumulando billones de deuda pública, el gobierno tendrá que mantener bajos los tipos de interés durante un periodo más largo, promocionando una deuda cada vez mayor. El resultado de esto debe ser niveles insosteniblemente mayores de deuda y la peor crisis financiera nunca vista en la historia de la humanidad.

 

 

David Saied es antiguo comisario de bolsa y comercio en la República de Panamá y máster en política económica de la Universidad de Suffolk en Boston.

Published Wed, May 11 2011 8:29 PM by euribe
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