Por Thomas J. DiLorenzo. (Publicado
el 6 de septiembre de 2011)
Traducido del inglés. El artículo
original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5620.
Los “luditas” eran trabajadores
textiles británicos de principios del siglo XIX que protestaban por la
introducción de telares mecánicos destruyéndolos y realizando proclamas
denunciando la nueva tecnología en nombre del “Rey Ludd” del bosque de
Sherwood. Lo que no entendían los luditas (y lo que hoy no entienden muchos
neo-luditas) es que la tecnología “ahorradora de trabajo” que reduce los costes
de producción hace que los precios bajen, lo que a su vez aumenta las compras
de los consumidores y genera más
empleos. Por ejemplo, cuando se inventó el sistema de discado telefónico
directo, el sindicato de trabajadores de la comunicación protestó al principio
por la supuesta pérdida de empleos, pero cambió su postura en unos pocos años
una vez se dio cuenta de que se habían creado miles de empleos adicionales al
hacer mucho más baratos los servicios telefónicos.
El último ejemplo de pensamiento
neo-ludita es la reciente decisión de la administración Obama de intentar
bloquear una propuesta de fusión entre AT&T y T-Mobile USA. De acuerdo con
un artículo
del New York Times del 31 de agosto,
detener la fusión “ayudará a preservar empleos de trabajadores estadounidenses”.
“La opinión que tiene esta administración es que creamos empleos a través de la
innovación y a través de la competencia”, dijo James M. Cole, abogado del
estado para el antitrust. Las fusiones normalmente reducen puestos de trabajo
“mediante la eliminación de redundancias”, dijo Cole, “así que consideramos
esto como una acción que ayudara a proteger empleos en la economía”.
Todo lo que dice aquí James Cole es
ridículo y contradictorio. Es La peor versión de la “economía” de los
sindicatos. Admite que normalmente las fusiones “reducen las redundancias”, que
es otra forma de decir que normalmente hacen que las empresas reduzcan los
coste de producción y se hagan más competitivas. Si se hacen más competitivas,
esto significa que aumentarán las ventas, la empresa se expandirá y se crearán más empleos. También afirma
que la “innovación” crea empleos sin darse cuenta de que la fusión propuesta es
en realidad una innovación. En un mercado altamente competitivo como el del
sector de los teléfonos celulares, es imperativo que las empresas innoven
constantemente en las formas de reducir costes y precios, así como en mejorar y
crear nuevos productos. Después de todo, hay dos tipos de innovación: mejora de
productos y reducción de costes. AT&T y T-Mobile USA están intentando
convertirse en más innovadoras y
competitivas con su fusión propuesta, al contrario de lo que declara Cole.
La posición de la administración en
este caso es una combinación de ludismo y mercantilismo. Los mercantilistas de
siglos pretéritos creían en l superstición económica de que la riqueza se
creaba por el atesoramiento de metales preciosos como el oro. Los
neomercantilistas de Obama aparentemente creen que los trabajos, no el oro,
deben atesorarse y “protegerse”. No se dan cuenta de que la economía de una
nación es dinámica, con empleos en constante destrucción y creación, dirigidos principalmente por los siempre cambiantes
caprichos de los consumidores. Las reducciones de costes que provienen de
reducir algunos tipos de trabajos (“redundancias” en el lenguaje de James Cole)
llevan inevitablemente a la creación de diferentes (y más) tipos de empleos.
Luego está el argumento de la
distracción realizado por la administración Obama de que la fusión
supuestamente “reducirá la competencia”. ¿Pero cómo se supone que ocurrirá
exactamente? Una investigación por Internet reveló que hay actualmente al menos 180 empresas de telefonía móvil
compitiendo en Estados Unidos, con cientos más en todo el mundo que actúan como
potenciales competidores en el mercado de EEUU. El sentido tradicional de
“reducir la competencia” en el contexto de la regulación antitrust es “tender a
crear un monopolio”. La economía de la corriente principal siempre ha hecho
equivalente monopolio y precios más altos. ¿Cómo demonios podrían AT&T y
T-Mobile USA prosperar aumentando
precios cuando tienen 180 competidoras que podría poner precios inferiores y
apropiarse de su porción de mercado?
La respuesta a esta pregunta
teórica es que no podrían prosperar
aumentando sus precios. Su evidente pretensión es reducir costes y precios (“eliminando redundancias”, por ejemplo) y
ganar así una mayor porción del mercado, todo para beneficio de los consumidores. (Esto no quiere decir que tengan
necesariamente éxito al hacerlo, pues ninguna empresa es omnisciente o está
libre de incompetencia).
La regulación antitrust en manos de
una administración es tan beligerantemente ignorante de la economía (y de la
historía económica) es un asesinato garantizado de empleo y prosperidad.
Thomas DiLorenzo es profesor de
economía en la Universidad de Loyola en Maryland y miembro de la facultad
superior del Instituto Mises. Es autor de El verdadero Lincoln, Lincoln Unmasked, How Capitalism Saved America y Hamilton's
Curse: How Jefferson’s Archenemy Betrayed the American Revolution — And What It
Means for Americans Today.