Por Robert P. Murphy. (Publicado el 28 de septiembre
de 2011)
Traducido
del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5691.
La pasada
semana la Fed anunciaba
la “Operación Twist”, en la que el banco central comprará 400.000 millones de
dólares de títulos del Tesoro a más largo plazo al tiempo que venderá la misma
cantidad en títulos a más corto plazo. Este episodio ejemplifica todo lo que
está mal en la visión moderna y estatista del dinero.
El nombre tonto
Ya el
hecho de que sea una “operación” es inquietante. Desde que empezó la crisis,
los funcionarios han desarrollado la metáfora militar, ya que su única solución
a los problemas sociales es empezar a explotar cosas. Tenemos una guerra contra
la pobreza, una guerra contra las drogas, una guerra contra el terrorismo y
(desde 2008) tenemos una guerra no declarada contra la recesión.
La
metáfora militar está clarísima cuando los analistas discuten las opciones de
la Fed para “ayudar” a la economía, ya que los tipos de interés ya están en el
cero. Normalmente estos analistas tranquilizan a sus lectores o televidentes
declarando: “La Fed aún tiene mucha munición”. No os preocupéis, muchachos, no
acabaremos la Operación Resistir la Inflación hasta que se elimine hasta la
última persona desempleada.
Planificación centralizada
Me
continúa sorprendiendo que los economistas austriacos sean aparentemente los
únicos que piensen que los precios del mercado significan algo. En general, cuando solo estamos discutiendo el
“tipo de interés” general, los austriacos explican que ayuda a coordinar las
actividades de producción y consumo a lo largo del tiempo. Cuando el banco
central nos da un tipo de interés artificialmente bajo, las cosas se complican
(los consumidores no ahorran tanto y los productores empiezan demasiados
proyectos a largo plazo). Es el auge insostenible.
Uno
podría haber esperado que la quiebra de la visión rival de la corriente
principal (en la que el tipo de interés no “hace” nada excepto actuar como un
freno al “gasto total”) sería evidente una vez que la Fed llevara el tipo de
los fondos federales prácticamente a cero. Pero no, cuando se lleva una
intervención hasta su extremo lógico y no funciona, la “solución” es intervenir
en algún otro lugar. Si rebajar el tipo de interés a corto plazo no parece
arreglar la economía, rebajemos los tipos a largo plazo y veamos qué pasa.
¡Caramba, podríamos intentarlo también! Sería una pena no usar esta brillante
imprenta.
Así que
tengo que preguntar a mis colegas economistas no austriacos: ¿No pensáis que la
palabra spread en tipos de interés hace algo? En tiempos normales, si una
economía tiene un spread de 5 puntos
porcentuales entre los bonos a 1 y 30 años, mientras que otra tiene un spread de 8 puntos, ¿creéis que la
diferencia no tiene sentido?
Si no es
así, entonces ¿cómo podéis apoyar la Operación Twist? ¿No estaría la Fed molestando,
sea cual sea el papel que penséis que tenga la palabra spread en una economía de mercado? Por ejemplo, su pensáis que la
palabra spread se refiere a la
“preferencia de liquidez” de la gente y su aversión a verse atrapados con bonos
a largo plazo debería aumentar los tipos de interés, entonces ¿la mera creación
de dólares de la Fed realmente se ocupa de esa preferencia subyacente?
Hablando
del riesgo de tipo de interés, otro giro interesante a la operación actual es
que la Fed será ahora incluso más vulnerable a la
insolvencia. Si la inflación de precios empieza a aumentar y la Fed acaba
no teniendo más alternativa que permitir que aumenten los tipos de interés
sobre los títulos de Tesoro, la Fed recibirá un impacto mayor en su cartera
ahora que está más recargada de bonos a más largo plazo. Naturalmente no va a
quitarme el sueño la preocupación por que la Fed quiebre en sentido contable,
pero habría pensado que otros analistas “responsables” considerarían estas
cosas.
¿Por qué ayudar al Tío Sam?
Lo que
realmente me intriga acerca del apoyo a más intervención de la Fed por
economistas claramente librecambistas es que estas acciones ayudan al gobierno federal. Para ver por
qué, supongamos que la Fed anunciara que ofrecería apoyo a la recuperación
económica creando nuevo dinero para comprar bonos emitidos por Microsoft para
rebajar el rendimiento de dichos bonos en un punto porcentual.
En ese
escenario, estaría claro que la gente de Apple estaría molesta. Su competidor
podría ahora obtener dinero a un tipo más barato. En igualdad de condiciones,
la política de la Fed proporcionaría una enorme ventaja a Microsoft. Sería una
subvención a los accionistas de Microsoft, pagada con la pérdida de poder
adquisitivo de todos los que tuvieran dólares.
¿Por qué
las cosas son repentinamente distintas, por qué es una operación “neutral” en
política monetaria, cuando la Fed da un enorme
subsidio al gobierno federal de EEUU? ¿Por qué muchos economistas del libre
mercado se encogen de hombros cuando la Fed entrega billones de dólares a manos
de la organización más contraria al mercado libre del plante Tierra? Si dar una
ventaja a Microsoft sería “ineficiente”, tenemos que inventar una nueva palabra
para describir la estupidez de dar una ventaja al gobierno federal.
Una nueva política aparece en el radar
Hablando
de entregar dinero a ciertos sectores, hay algo interesante en el anuncio de la
Fed que la mayoría de los analistas han ignorado:
Para ayudar
a apoyar las condiciones en los mercados hipotecarios, ahora el Comité reinvertirá los pagos de principal de sus
existencias de deudas de la agencia y títulos de la agencia con respaldo
hipotecario en títulos de la agencia con respaldo hipotecario. Además, el
Comité mantendrá su política actual de refinanciar los títulos del Tesoro al
vencimiento mediante subasta.
En la cita anterior, he destacado
la parte relevante: “ahora el Comité”. Previamente la Fed había anunciado que
mantendría el tamaño de su balance reinvirtiendo los títulos del Tesoro
vencidos. En otras palabras, la Fed no iba a “estimular” más, pero tampoco iba
a desvanecerse de la escena.
En su anuncio más reciente, la Fed
aclara que también mantendrá su postura en los títulos con respaldo hipotecario.
Así que el “dearrollo natural” sigue tan esquivo como siempre.
Oh, la ironía
Por fin, lo verdaderamente
divertido de este episodio es que la Operación Twist ya se había realizado… a
principios de la década de 1960. Y la operación también fracasó. ¿Que cómo
lo sé? Porque un trabajo
de 2004 de tres economistas de la Fed lo dice. Ya debería usted ser capaz de adivinar
que uno de los economistas era Ben S. Bernanke. (Este nombre debería resultarle
familiar: Bernanke es el economista académico que era un experto en la
Gran Depresión).
Aunque no funcionó entonces, por
alguna razón, los creadores de opinión han querido dar hoy una oportunidad a
Bernanke. Esperemos que el mes que viene no traigan a Victor Davis Hanson para
realizar una Operación Bahía de Cochinos en Irán.
Conclusión
Por razones de relaciones públicas,
es conveniente que los mercados globales aprendan bien los detalles de la
Operación Twist. Sin embargo, es una mala señal que muestra los adicto que se
ha convertido el sistema financiero a los arreglos inflacionistas de Bernanke.
El aspecto realmente sorprendente de esta transformación en solo tres año es
cómo muchos economistas de libre mercado (no austriacos) han estado alabando
esta evolución y pidiendo más.
Robert Murphy es investigador adjunto del Instituto Mises, donde
enseña en la Mises Academy. Gestiona
el blog Free Advice y es autor de The Politically Incorrect
Guide to Capitalism, Study Guide to Man, Economy,
and State with Power and Market, Human Action Study Guide, The Politically Incorrect
Guide to the Great Depression and the New Deal y su nuevo libro Lessons for the Young
Economist.