Por Kel Kelly. (Publicado el 10 de octubre
de 2011)
Traducido del inglés. El artículo
original se encuentra aquí http://mises.org/daily/5701.
* Traducido por Miguel Castañeda - Castideas
China se encuentra en proceso de
dejar que su moneda se aprecie. La razón de esto es hacer frente al
empeoramiento de las tasas de inflación del país. Dejando que el yuan se
aprecie, de hecho detendrá o retardará la inflación, pero la forma en que funciona
esta solución no es la forma que se suele suponer. Los efectos de esta política
tampoco serán lo que la mayoría de observadores asumen, es decir, solo una leve
inflación. En su lugar, será una quiebra económica total.
En este artículo se explica la
verdadera historia detrás de las comúnmente expuestas explicaciones
concernientes al control de la inflación China. También explica muchos de los
problemas periféricos sobre el tema que se discuten regularmente en la prensa,
y expone las falsas teorías asociadas a estos problemas.
Precios y Divisas
Al explicar cómo una moneda en alza
ayudará a controlar a la inflación, la mayoría de expertos repite que
apreciando una moneda hacia un precio mayor causará que los precios de
importación sean más baratos, bajando de este modo los precios internos. Por
ejemplo, el economista de Credit Agricole CIB, Dariusz Kowalczyk, afirmó:
Las autoridades han enviado un
mensaje claro de que la apreciación de la moneda será utilizada como
herramienta para contrarrestar la inflación importada [debida a los precios
récord mundiales del petróleo y otras materias primas].
Similarmente, Bloomberg noticias reportó
que
Las autoridades de China podrían
también buscar el aceleramiento de las ganancias en la moneda, también conocida
como renminbi, para luchar contra la inflación, reduciendo el costo de bienes
estadounidenses importados, como los aviones de Boeing Co. y el software de
Microsoft Corp.
La verdad es que no hay tal cosa
como la inflación importada o exportada, porque cada país o zona monetaria
posee su propia moneda individual, separada de la moneda de otra región. Los
precios dentro de una zona monetaria pueden aumentar únicamente cuando se infla
aquella moneda en particular. (Una rara excepción es cuando otras monedas
circulan también dentro de una misma zona monetaria, y un incremento en la
cantidad de otras monedas causa un aumento de precio en esa moneda. Pero
incluso en este caso, la moneda depreciada probablemente dejará de circular ya
que será rechazada por la moneda fuerte).
Pero las fluctuaciones de las
monedas pueden de hecho afectar precios por medio de cambios en la oferta de
bienes. Un país cuya moneda está devaluada artificialmente — como China —
exportará más e importará menos, artificialmente. Si se permite la apreciación
de la moneda hacia la tasa de cambio del mercado, comenzará a exportar menos y
a importar más.
Ceteris
Paribus, una moneda mayormente apreciada resultará de hecho en un precio
bajo de bienes importados. Cuando los bienes importados cuestan menos, los
consumidores poseen más dinero para gastar en bienes internos; el poder
adquisitivo se incrementa. O, si el monto ahorrado de gastar menos en
importaciones se gasta en adquirir mayores cantidades de bienes importados,
habrá menos demanda de bienes internos, causando precios internos bajos. En
cualquiera de los casos, lo que ha reducido los precios es una moneda más fuerte.
La explicación anterior se aplica
únicamente a casos en donde “todo lo demás se mantiene igual” (Ceteris Paribus). Pero una moneda que se
aprecia, Ceteris Paribus, es aquella
que previamente fue artificialmente débil con el propósito de exportar tanto
como sea posible y por lo tanto está siendo revaluada por el mercado hacia su
verdadero precio de mercado. De otra manera, excluyendo las fluctuaciones de
corto plazo, una moneda se mueve en función de otra por los cambios en la
oferta relativa de unidades monetarias, y los cambios correspondientes en los
precios de consumo relativos entre las dos regiones monetarias en cuestión. La
ausencia de estos cambios fundamentales de los movimientos entre monedas se
debe a la manipulación monetaria de los gobiernos.
La otra cara de la subida del
precio y del poder adquisitivo de una moneda es que los bienes dentro de esa
moneda son entonces más caros en términos de monedas extranjeras, resultando en
menos productos exportados. Exportar menos es económicamente beneficioso, ya
que deja permanecer más bienes dentro del país, incrementando la oferta y
bajando el precio de los bienes internos.
Por lo tanto, parecería que las
monedas de mayor precio son mejores ya que resultan en importaciones baratas y
bajos precios internos. Pero, si la moneda es muy cara y artificialmente
sobrevaluada, se exportan pocos bienes, causando que haya en el país un menor
intercambio exterior. Una moneda apreciada artificialmente causará
eventualmente que el país se quede sin intercambio externo. Esto, y las
mercancías demasiado caras desde el punto de vista de otros países, causarán
que cese el comercio, resultando en menores niveles de vida.
La esencia de las concesiones
mutuas es que un país puede tener una moneda débil e incrementar sus
exportaciones para obtener más divisas extranjeras, o, puede tener una moneda
fuerte e incrementar sus importaciones para obtener más bienes.
Así, entonces, ¿cuál es el nivel
óptimo para el precio de una moneda? ¿Un país quiere una moneda más fuerte o
una más débil? ¿Quiere más dinero o más bienes? El hecho es que un país no es
un “él”. Un país consiste en millones o decenas de millones de individuos, cada
uno con diferentes objetivos y valoraciones. Los burócratas del gobierno no
pueden establecer un precio ideal para una moneda que sea óptimo para cada
individuo. Por lo tanto, el único precio óptimo de una moneda es aquél que es
fijado por todos los participantes del mercado en forma conjunta a través de
sus ofertas y demandas, tanto de bienes como de divisas, basados en sus
necesidades y deseos.
Y en realidad el precio óptimo que
ellos, el mercado, establecerán, será el precio que provoque que los precios
internos de los bienes comercializados internacionalmente se aproximen al
precio de aquellos mismos bienes en otros países, ajustando los costos de
transporte. En otras palabras, harán que los precios relativos se equilibren
entre los países, de la misma forma en que los individuos lo hacen dentro de un
país. De otra manera, existirán oportunidades de arbitraje, y el resultado será
una nivelación de los precios relativos y valuaciones reales de la moneda. El
precio óptimo de una moneda resultará también en un país exportando
aproximadamente la misma cantidad de lo que importa; la balanza de pagos
tenderá hacia el cero. Los superávits y déficits comerciales se derivan de
monedas infravaloradas derivadas de la manipulación gubernamental.
La verdadera relación entre la apreciación de la moneda china y la inflación
Una moneda manipulada puede
provocar que los precios internos sean artificialmente más altos o bajos de lo
que serían de otra manera, pero no puede provocar que los precios aumenten de
manera sostenida; no puede provocar inflación de precios. Aparte de un
incremento de precios debido a una continua reducción de bienes producidos y
existentes en un país, la única cosa que puede causar inflación de precios es
la expansión de la oferta monetaria en aquel país, lo que resulta en un
incremento en la demanda. Los precios agregados aumentan solo con oferta
reducida o demanda (monetaria) incrementada. Así, contrariamente a la
percepción popular aparecida en las citas anteriores, la revisión del precio de
la moneda China —por sí — no reducirá la inflación de precios.
Lo que reducirá la inflación de
precios en China es el cese de la actividad que está manteniendo a su moneda
artificialmente barata: la impresión de dinero. Como lo muestra la Figura 1, se
está haciendo precisamente eso.
Figura 1: La desaceleración del crecimiento
de la oferta monetaria en China (el incremento a finales de 2008 llevó al alto nivel
actual de inflación en China)
En general, China puede mantener su
tipo de cambio inclusive con el dólar, mediante la creación de nueva moneda a
la misma velocidad en que la Reserva Federal crea dólares. Además de la tasa de
creación de una moneda frente a otra, la cantidad de moneda disponible realmente
en el mercado para el intercambio marca también una diferencia. En este
sentido, China reinvierte las reservas de dólares obtenidas de sus superávits
comerciales — que provienen de un yuan artificialmente bajo y de un dólar
artificialmente alto — en bonos del tesoro de Estados Unidos, en lugar de venderlos
en el mercado de cambio externo, para prevenir que el dólar caiga (y que el
yuan suba) por el incremento de la oferta.
Pero adicionalmente, a fin de
mantener al yuan artificialmente bajo contra el dólar de lo que, de otra
manera, se daría por la oferta y la demanda del mercado para cada moneda, el
banco central de China, El Banco del Pueblo de China (PBOC) compra activamente
dólares y vende yuanes en el mercado. Paga por los dólares mediante la creación
de yuanes que utiliza para la compra.
Cuando el PBOC crea yuanes, expande
la oferta monetaria. Por lo tanto, es esta expansión en la oferta monetaria, y
no una moneda artificialmente barata per se, la que está creando la inflación
de precios en China.
Más sobre la visión dominante.
Tipo de cambio vs oferta monetaria como la verdadera causa de inflación
Cuando uno conoce la verdadera
naturaleza de la situación de la moneda y de la inflación en China, puede ser
muy frustrante de escuchar a los economistas de la corriente dominante
enfocándose en la moneda como una causa y solución para la inflación, en lugar
de enfocarse en la causa original de creación monetaria. Inclusive el Banco
Mundial malinterpreta
el problema:
El fortalecimiento del tipo de cambio
puede ayudar a reducir las presiones inflacionarias y reequilibrar a la
economía, dijo el Banco Mundial en su último reporte trimestral sobre la tercera
mayor economía del mundo.
Pero hay que reconocerle que
también dijo en otro momento:
Las expectativas inflacionarias
pueden contenerse mediante una postura de política monetaria más estricta y un
tipo de cambio más fuerte.
Aunque el comentario es aún vago en
términos de dar el verdadero enlace entre política monetaria y tipo de cambio,
al menos apunta el problema de política monetaria.
La causa del aumento de los precios internos
Pero los economistas de la
corriente dominante son también imprecisos sobre — o escogen ignorar
absolutamente — la causa del aumento de los precios internos en China. Otro
artículo declaraba:
Los economistas culpan de la
inflación en China a la doble presión de la demanda de los consumidores que
está superando a la oferta de alimentos y a un auge de los préstamos bancarios
que, dicen, Beijing permitió que se extendiera mucho después de que ayudara al
país a recuperarse rápidamente de la crisis global del 2008.
El hecho es que tanto el “auge de los
préstamos” como “la demanda de los consumidores” son simplemente
manifestaciones de la inflación monetaria, y originadas únicamente por la
expansión de la oferta monetaria del PBOC.
La demanda de consumidores real resulta en una caída, y no un alza,
de los precios. El único componente de la demanda de consumidores que está
presionando a los precios al alza es la demanda monetaria artificial en la
forma de más billetes de papel en las manos de los consumidores llevando a los
precios hacia arriba, no en un incrementado deseo de consumir una mayor
cantidad física de bienes. Para una comprensión más profunda de este concepto,
vea la tercera sección de este artículo.
En cuanto al auge de los préstamos
bancarios, un auge de préstamos puede ocurrir únicamente cuando se incrementa
dramáticamente el dinero disponible para prestar. Así que decir que la
inflación por un auge de los préstamos es decir que la inflación se ocasiona por
la impresión de dinero (pero sin decirlo). Aunque esta causa y efecto es obvia,
los reporteros — y economistas — prefieren circunscribir la explicación real.
Entonces, ¿qué ha hecho el gobierno
de China acerca del auge de los préstamos y los problemas de la demanda de los
consumidores?
Refiriéndose al auge de los préstamos,
el artículo dice que
El gobierno ha tomado medidas
drásticas sobre los préstamos, pero los analistas dicen que pasarán meses antes
de que se hagan sentir los efectos de ése y otros frenos. Dicen que la
inflación debería subir más, por lo menos hasta mediados de año, antes de
mitigarse.
El gobierno ha “tomado medidas
drásticas” principalmente mediante el aumento de las tasas de interés, como se
muestra en la Figura 2.
Figura 2: El incremento en las tasas de
interés a corto plazo en China
Los economistas ortodoxos creen que
esto hará el trabajo, al pensar que las tasas de interés son el principal medio
de crecimiento y decrecimiento de una economía. Ignoran, o no están al tanto,
de que la oferta monetaria es la que está conduciendo a la inflación, la “demanda”
y el crecimiento del PIB. Manipular solamente la tasa de interés sin — como
ocurre en muchas economías dirigidas por un banco central —cambiar simultáneamente
la oferta monetaria tendrá por lo general muy poco efecto.
Claro, con tasas de interés más
altas, los costos de prestar son mayores. Pero la inflación también aumenta la
tasa de beneficio, lo que significa que los negocios pueden pagar rentablemente
una tasa mucho más alta para prestar. Pero aun cuando las tasas de interés
excedan al nivel de la tasa de beneficio causando que los negocios dejen de
prestar e invertir, todo el dinero que se ha vertido en la economía seguirá
presionando al alza a los precios. La actividad económica puede retardarse o
detenerse, pero aún así los precios continuarán al alza. La única manera de que
la inflación se detenga es dejando de expandir la oferta monetaria. E incluso
aquello tendrá un efecto retardado.
Usando el control de precios para detener la inflación
Con respecto al componente de la “demanda
de los consumidores”, el artículo dice:
Los intentos de controlar los
precios, los subsidios para los pobres y las órdenes a los líderes locales de
garantizar la oferta adecuada de vegetales han tenido resultados mixtos. Beijing ha recurrido también a la roma medida
de congelar los precios de la electricidad y otros bienes básicos, pero esto
está comenzando a fracasar.
En otras palabras, el gobierno ha
intentado manipular la economía aún más para compensar los efectos adversos de
su impresión de dinero. No debería sorprender que los resultados sean “mixtos”
y que estén “comenzando a fracasar”, ya que la escasez es el resultado natural
del control de precios.
El crecimiento económico como problema
El informe también dice que la
inflación no es el único problema: también lo es el crecimiento económico:
Beijing está también luchando por
controlar una economía sobrecalentada que se expandió a un rápido 9,7% en el
primer trimestre de este año, apenas desacelerándose con respecto al trimestre
anterior, a pesar de los esfuerzos de Beijing de conducir el crecimiento a un
nivel sustentable luego de las ganancias de doble dígito de 2010.
Aunque la noticia dice “también”,
en realidad éste es el mismo problema monetario que hemos estado discutiendo.
No existe una economía sobrecalentada. “Sobrecalentamiento” es el término
keynesiano para la inflación de precios que surge como resultado de un exceso
de inyección monetaria en la economía. Es la inyección monetaria lo que ha
empujado al PIB de China hacia ganancias de doble dígito. En cuanto al
crecimiento sostenible, solo el crecimiento monetario del PIB es insostenible.
El crecimiento real, verdadero, es siempre sostenible y nunca pudo exceder lo
que los Keynesianos llaman “tasa de crecimiento potencial a largo plazo” de una
economía."
Flujos de dinero especulativo
Un artículo
diferente de Associated Press, refiriéndose a la moneda de China infravalorada
artificialmente y a los desequilibrios comerciales que ocasiona, afirmó que
otro problema podría ser los flujos de dinero especulativo:
Muchos países se preocupan por el
dinero especulativo que fluye en sus economías inflando activos como el
inmobiliario o de acciones.
La noción de flujos de dinero y
capital cruzando las fronteras es incomprendida por la mayoría de las personas.
A excepción de los billetes físicos pertenecientes a los turistas, a los
narcotraficantes o a los trabajadores extranjeros enviando el dinero ganado a
sus familiares, el dinero no cruza las fronteras. El dinero generalmente
permanece en el país al que pertenece — y simplemente cambia de dueño. Como de
muestra esta sección, el dinero “especulativo que fluye a través de las
fronteras” consiste en realidad en un banco central local intentando de
mantener su moneda artificialmente apreciada.
El llamado “capital” o “dinero
caliente” no “fluye” de un país de origen hacia otro país. Sin embargo, el
dinero creado en un país puede ser - y es, hasta cierto punto - utilizado para
comprar la moneda de otro país y dirigido hacia la compra de activos en ese
país (empujando al alza los precios de esos activos en el proceso). Si un monto
desproporcionado de moneda local se canaliza a través de los precios de activos
de un país, se gasta menos moneda en bienes y servicios de la economía,
causando que caigan los precios de consumo.
Pero en realidad, los precios de
consumo en los países con mercados de activos en auge, no siempre caen mientras
los precios de los activos suben; usualmente ambos aumentan en tándem. Esto se
debe a que la oferta monetaria interna es cada vez mayor, y empuja al alza a
los dos tipos de precios (activos financieros y precios de consumo), aunque uno
aumente más rápido que el otro. Por lo
tanto, la moneda local, y no el dinero extranjero, es la que infla los activos.
Además, a fin de que la demanda
externa pueda redirigir el poder adquisitivo de los precios de consumo locales
hacia los mercados de activos, se necesitaría una enorme demanda para la
inversión local desde el extranjero, resultando en la compra de una gran
cantidad de moneda local por parte de
los extranjeros. Parece poco realista que, en ausencia de unos ya crecientes
mercados extranjeros, pudiera existir del lado de estos inversionistas un deseo
tan fuerte por invertir.
Adicionalmente, una redirección
masiva tal del poder adquisitivo podría causar que los bienes de consumo caigan
tan bajo en relación con su paridad del poder adquisitivo previa que los
consumidores extranjeros, a diferencia de los inversionistas extranjeros,
comprarían entonces bienes de consumo locales — ya que serían tan baratos para
esos consumidores en términos de moneda local — con el propósito de importarlos
a sus países de origen (siendo exportados del país local). Esto incrementaría
el valor de la moneda local.
Pero una vez más, no presenciamos
una caída de los precios de consumo, o un alza de divisas (porque usualmente están
fijadas), en las diferentes experiencias de países con auges en los precios de
activos. Por lo tanto, la causa original de un auge en los precios de los
activos de un país es que el banco central de aquel país está creando más
moneda, empujando al alza tanto a los precios de consumo como a los precios de
los activos, no a extranjeros dirigiendo la moneda local comprada hacia los
precios de activos.
Lo que raramente se apunta es que
cuando un país no imprime dinero a un ritmo rápido, no — casi categóricamente —
experimenta “flujos de dinero especulativo”. Los inversionistas y especuladores
internacionales usualmente participan en la inversión como un movimiento masivo
solo en los mercados de activos locales que se encuentran ya en auge. Los
mercados de activos están en auge porque la gran cantidad de dinero que está
siendo creada en ese país se está insertando en activos financieros. De otra
manera, si la oferta monetaria no estuviera expandiéndose, esos mismos precios
de activos no podrían aumentar en precio (ver este
artículo para una completa explicación).
También lo que rara vez se explica
es que “los flujos de dinero especulativo”, por lo general, se producen entre
países que han vinculado, o parcialmente vinculado, monedas. De otra manera,
como se explica arriba, si las monedas de dos países diferentes están flotando
libremente, mientras un país expanda su oferta monetaria, el precio de su
moneda caerá contra la paridad de la otra. Por lo tanto, mientras los precios
del mercado de activos de un país aumenten, el precio de su moneda caerá en
gran parte en proporción inversa. Esto haría que el aumento de precios de los
activos en el país fuerna menos atractivo para los inversionistas extranjeros,
ya que sus ganancias se contrarrestarían - sobre la conversión de vuelta a su
propia moneda - por una moneda depreciada. También, si los inversionistas se
mantienen comprando una moneda cuya oferta no ha sido expandida, su precio
aumentará. Esto también causará que los precios de activos locales se hagan
menos atractivos. En contraste, los especuladores por lo general se mantienen
acumulando monedas que están en expansión y que son mantenidas artificialmente
bajas, y no aquellas que flotan libremente.
Ésta es la verdadera causa de los
llamados “flujos de dinero”: Cuando un país mantiene su moneda artificialmente
baja con respecto a sus divisas opuestas o “pares”, lo hace, como hemos visto,
por medio de su banco central, que compra la moneda emparejada con nueva moneda
local creada. En consecuencia, hay moneda extranjera “fluyendo al país” y la
nueva moneda local creada con el propósito de comprar la moneda extranjera se
canaliza hacia los precios de activos (y en menor medida, por lo general, hacia
los precios de consumo). Es cierto que el banco central nacional se apropia de
la moneda extranjera, pero solo la moneda local circula en el país. En
consecuencia, es el dinero local, no el “dinero especulativo” extranjero el que
causa y sostiene los precios de activos locales.
La caída se aproxima
Se ha demostrado que China está
permitiendo que su moneda se aprecie porque necesita parar la impresión de
dinero para lograr controlar a la inflación. Su moneda ha sido artificialmente
barata (por debajo del precio del mercado) durante muchos años debido a la fijación
de su precio con el dólar mediante la impresión de dinero que utiliza para
vender yuanes (el dinero impreso) y comprar dólares. Pero tales acciones han
resultado en inflación de precios.
Por lo tanto, permitir que su
moneda se aprecie causará una recesión, ya que la reducción de la oferta
monetaria y de las tasas de crecimiento del crédito son usualmente factores de
inicio que provocan las recesiones (las tasas reducidas de gasto por sí solas
pueden provocar recesiones, pero por lo general vienen precedidas por
reducciones previas del dinero y el crédito). Han sido los rápidos incrementos
de dinero y crédito los que han llevado al auge en China y será la reducción en
la tasa de crecimiento de esas variables lo que causará la caída.
El auge económico en China ha
consistido en — pero no ha sido impulsado por —rápidos incrementos en el
crecimiento económico real, acompañados de un incremento en el gasto monetario.
El incremento en el gasto monetario, a su vez, ha sido impulsado por un
crecimiento salvaje del crédito, y ha resultado en una masiva sobreinversión en
industrias concretas. No ha habido escasez de comentarios y videos destacando
el auge de la construcción, la manía de tipo mentalidad de rebaño en la compra
de vivienda, y la creación masiva de edificios, centros comerciales y varias
ciudades enteras en China que se mantienen
desocupadas - todos los síntomas dramáticos y a la vez clásicos de una
burbuja del crédito.
Las señales de burbujas son
comunes, y datan de los años 1600. Incluso si no supiéramos nada sobre el
dinero y el crédito y sus formaciones de burbujas financieras, deberíamos ahora
reconocer las características típicas de una formación de burbuja — precios
exponencialmente aumentados, manías de inversión y compra, exuberancia sobre
una tendencia nueva e inusual, etc. — y saber que hay actualmente síntomas
representando una burbuja.
Dado el efecto retardado del dinero
y el crédito en el sistema financiero y su transmisión hacia la economía real,
es difícil de decir exactamente cuándo el incremento de las tasas de interés y
la desaceleración de la oferta monetaria resultarán en reducciones en el ritmo
de gasto y en una reversión del multiplicador monetario, pero cuando lo hagan,
la contracción del crédito chino, el colapso financiero, y el malestar
económico no estarán muy lejos.
Conclusión
Los
economistas de la corriente dominante y la prensa financiera son por lo general
keynesianos. Esto significa que les gusta esconder la verdadera causa de los
problemas económicos. Por lo tanto sus explicaciones son intentos de mostrar
cómo la cola puede mover al perro. Pero estas explicaciones falsas han estado
aquí por tanto tiempo y son tan ampliamente enseñadas, que la mayoría de las
personas que no conocen la verdadera economía — incluyendo algunos de estos
mismos keynesianos — creen fácilmente en estas explicaciones inverosímiles.
En lo que
respecta a sus explicaciones sobre la economía China, no es cierto que China importe
inflación y que dejar que su moneda se aprecie resolverá el problema. La
historia real es que la inflación se debe a la impresión de dinero que mantiene
a su moneda artificialmente baja, y
que una moneda apreciándose es un efecto secundario de hacer lo que se necesita
para detener a la inflación — parando (o simplemente desacelerando) a las
máquinas de impresión. El problema es que una menor tasa de crecimiento del
dinero también provocará una reducción en el gasto y una contracción del
crédito, que a su vez causará problemas financieros y económicos.
Kel Kelly ha trabajo más de 13 años
como inversor en Wall Street, analista de finanzas corporativas y director de
investigación de una empresa de consultoría de gestión Fortune 500. Los
resultados de sus análisis financieros se han presentado en CNBC Europe, y en
las ediciones en línea de CNN, Forbes,
BusinessWeek y el Wall Street Journal. Kel es licenciado
en economía por la Universidad de Tennessee, MBA por la Universidad de Hartford
y doctor en economía por la Universidad estatal de Florida. Vive en Atlanta.