Cambios cíclicos en condiciones empresariales

Por Ludwig von Mises (Publicado el 13 de febrero de 2012)

Traducido del inglés. El artículo original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/5898.

[The Causes of the Economic Crisis and Other Essays Before and After the Great Depression]

 

El papel de los tipos de interés

En nuestro sistema económico, los tiempos buenos para los negocios normalmente se alternan más o menos regularmente con los tiempos malos. El declive sigue a la expansión económica, la expansión sigue al declive y así sucesivamente. La atención de la teoría económica se ha visto comprensiblemente muy estimulada por este problema de los cambios cíclicos y las condiciones empresariales. Al principio, se presentaron muchas hipótesis que no pudieron soportar un examen crítico. Sin embargo, se desarrolló finalmente una teoría de las fluctuaciones cíclicas que cumplía las demandas legítimamente esperadas para una solución científica al problema. Es la teoría de la circulación del crédito, llamada normalmente la teoría monetaria del ciclo económico. Esta teoría está reconocida generalmente por la ciencia. Todas las medidas políticas cíclicas, cuando se toman en serio, proceden del razonamiento que se encuentra en la base de esta teoría.

Según la teoría de la circulación del crédito (teoría monetaria del ciclo económico), los cambios cíclicos en las condiciones empresariales derivan de los intentos de reducir artificialmente los tipos de interés en los préstamos a través de medidas de política bancaria: expansión del crédito bancario por la emisión o creación de medios fiduciarios adicionales (es decir, billetes o depósitos bancarios no cubiertos al 100% en oro). En un mercado que no se vea perturbado por la interferencia de esa política bancaria “inflacionista”, los tipos de interés se sitúan donde estén disponibles los medios para llevar a cabo todos los planes y proyectos que se hayan iniciado. Esos tipos de interés del mercado no intervenido se conocen como tipos de interés “naturales” o “estáticos”. Si se siguen estos tipos de interés, entonces el desarrollo económico se producirá sin interrupciones (excepto por la influencia de cataclismos naturales o actos políticos como guerras, revoluciones y similares). El hecho de que el desarrollo económico siga un patrón ondulado debe atribuirse a la intervención de los bancos a través de su política de tipos de interés.

Prevalece generalizadamente entre políticos, empresarios, prensa y opinión pública el punto de vista de que reducir los tipos de interés por debajo de lo marcado por las condiciones del mercado es un objetivo de política económica que merece la pena y que las forma más sencilla de alcanzar este objetivo es mediante la expansión del crédito bancario. Bajo la influencia de esta opinión, se intenta una y otra vez desencadenar una expansión económica otorgando préstamos adicionales. Es verdad que al principio el resultado de dicha expansión del crédito cumple con las expectativas. Los negocios se animan. Se produce una expansión. Sin embargo, el efecto estimulante que deriva de la expansión del crédito no puede continuar eternamente. Antes o después, debe derrumbarse un auge empresarial así creado.

En los tipos de interés que desarrollaba por el mercado, antes de cualquier interferencia por los bancos mediante la creación de crédito adicional de circulación, solo aparecían como rentables aquellas empresas y negocios para las que los factores necesarios de producción estaban disponibles en la economía. Los tipos de interés se reducen mediante la expansión del crédito y así algunos negocios, que antes no parecían rentables, ahora parecen serlo. Es precisamente el hecho de que se pongan en marcha esos negocios lo que inicia la expansión. Sin embargo, la economía no es lo suficientemente rica para ellos. Los recursos que necesitan para completarse no están disponibles. Los recursos que necesitan deben detraerse de otras empresas. Si los medios hubieran estado disponibles, entonces la expansión del crédito no habría sido necesaria para hacer que parezcan posibles los nuevos proyectos.

Las secuelas de la expansión del crédito

La expansión del crédito no puede aumentar la oferta de bienes reales. Simplemente produce una reordenación. Desvía la inversión de capital del rumbo prescrito por el estado de riqueza económica y condiciones del mercado. Hace que la producción siga rumbos que no seguiría salvo que la economía consiguiera un aumento en los bienes materiales. Como consecuencia, a la expansión le falta una base sólida. No es una prosperidad real. Es una prosperidad ilusoria. No se produce por un aumento en la riqueza económica. Más bien, aparece porque la expansión del crédito creó la ilusión de dicho aumento. Antes o después debe resultar evidente que esta situación económica está construida sobre arena.

Antes o después, la expansión del crédito, mediante la creación de medios fiduciarios adicionales, debe llegar a un punto de equilibrio. Incluso aunque quisieran los bancos, no podrían continuar indefinidamente esta política, ni siquiera si se vieran forzados a hacerlo por la mayor presión desde el exterior. El continuo incremento en la cantidad de medios fiduciarios lleva a continuos aumentos de precios. La inflación solo puede continuar mientras persista la opinión de que se detendrá en un futuro previsible. Sin embargo, una vez que se confirma la convicción de que la inflación no se detendrá, entonces se desata el pánico. Al evaluar dinero y productos, la gente tiene en cuenta por adelantado los aumentos previstos de precios. Por consiguiente, los precios corren erráticamente al alza sin límite. La gente deja de usar el dinero que se ve comprometido por el aumento en los medios fiduciarios. “Huyen” al dinero extranjero, los lingotes metálicos, los “valores reales”, el trueque. En resumen, la divisa se viene abajo.

La política de expansión del crédito normalmente se abandona mucho antes de alcanzar este punto crítico. Se abandona por la situación que crea en las relaciones comerciales internacionales y también especialmente por las experiencias de crisis anteriores, que han llevado frecuentemente a limitaciones legales en el derecho de los bancos centrales a emitir billetes y crear crédito. En todo caso, la política de expansión del crédito debe llegar a su fin (si no antes debido a un giro por parte de los bancos, entonces después en un desplome catastrófico). Cuanto antes se detenga la política de expansión del crédito, menos daño se habrá hecho por la mala dirección de la actividad empresarial, más suave será la crisis y más corto el periodo de estancamiento económico y depresión general.

La aparición de crisis económicas periódicamente repetidas es la consecuencia necesaria los intentos repetidamente renovados de reducir los tipos “naturales” de interés en el mercado por medio de la política bancaria. Las crisis nunca desaparecerán hasta que los hombres no hayan aprendido a evitar esas primas de inyección, porque un auge estimulado artificialmente debe llevar inevitablemente a la crisis y la depresión.

 

 

Ludwig von Mises es reconocido como el líder de la Escuela Austriaca de pensamiento económico, prodigioso autor de teorías económicas y un escritor prolífico. Los escritos y lecciones de Mises abarcan teoría económica, historia, epistemología, gobierno y filosofía política. Sus contribuciones a la teoría económica incluyen importantes aclaraciones a la teoría cuantitativa del dinero, la teoría del ciclo económico, la integración de la teoría monetaria con la teoría económica general y la demostración de que el socialismo debe fracasar porque no puede resolver el problema del cálculo económico. Mises fue el primer estudioso en reconocer que la economía es parte de una ciencia superior sobre la acción humana, ciencia a la que llamó “praxeología”.

Este artículo está extraído de The Causes of the Economic Crisis and Other Essays Before and After the Great Depression, capítulo 3, parte II.

Published Mon, Feb 13 2012 7:04 PM by euribe

Comments

# re: Cambios cíclicos en condiciones empresariales

Tuesday, February 14, 2012 7:16 PM by hr

En todo caso, la política de expansión del crédito debe llegar a su fin (si no antes debido a un giro por parte de los bancos, entonces después en un desplome catastrófico).