Rodrigo Diaz

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Una Administración Incontrolada

Editorial del Daily Bell

Martes, 13 de marzo 2012 - por Ron Paul
Dr. Ron Paul











Se han vuelto irrelevantes algunas partes de la Constitución, como me dijo alguna vez un ex-líder republicano en una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores? En ese momento, me dijeron que la exigencia de una Declaración de Guerra por parte del Congreso antes de invadir Irak, como lo requiere la sección I del artículo 8 de la Constitución, era innecesaria y anacrónica. El Congreso y el Presidente procedieron sin una Declaración Constitucional y el resultado fue la desastrosa invasión a Irak.

La semana pasada, funcionarios de la administración Obama dejaron en claro que se iba a ignorar inclusive la hoja de parra de la participación del Congreso proporcionada por la "autorización" en el 2003 para usar la fuerza en Irak. En una audiencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado, el secretario de Defensa , Leon Panetta, dijo claramente y en repetidas ocasiones que el gobierno consideraba que estaba legalmente justificada la utilización de fuerza militar contra Siria solamente con un "permiso internacional". Este "permiso internacional" podría venir a través de la Naciones Unidas , la OTAN , o algún otro organismo internacional. El Secretario Panetta dijo entonces al Senador Sessions que, dependiendo de la situación, el gobierno consideraría informar al Congreso de su decisión e incluso podría solicitar la autorización posteriormente a los hechos.

Mientras que el Senador Sessions expresó su sorpresa por la audacia casual de Panetta al hacer esta afirmación, en realidad, su burda declaración era simplemente una explicación de lo que ha venido ocurriendo, de facto, por muchos años. Cuando el presidente Obama comprometió a los militares de los EEUU a una guerra preventiva contra Libia el año pasado, por ejemplo, el Congreso se mantuvo completamente al margen del proceso. Del mismo modo, las acciones militares en Irak, Pakistán, Somalia, Yemen, etc., procedieron sin una Declaración del Congreso. De hecho, no hemos tenido una apropiada Declaración Constitucional de guerra, desde 1942, y sin embargo, los militares de EEUU se ha empleado a fondo en Corea, el Líbano, Irak, Bosnia, Liberia, Haití y Libia sólo con resoluciones de la ONU como única autorización. La única función del Congreso ha sido la autorización de los fondos, lo que siempre hace porque, sin duda, uno debe "apoyar las tropas".

Por supuesto, debemos reservar nuestra crítica más dura para el Congreso en lugar de hacerlo con la administración. Si la rama del gobierno del pueblo abroga su autoridad constitucional ante el Poder Ejecutivo, de quien es la culpa? Quién tiene la culpa de que el Congreso como cuerpo no se ponga de pie y exija que el Presidente trate la Constitución como algo más que una pieza anacrónica de papel, o simplemente como un conjunto de aspiraciones y directrices? La Constitución es la ley de la tierra y que el Congreso permita que sea burlada habla muy mal de él, así como del Presidente que trata de burlarla.

Apenas la semana pasada el gobierno anunció que comenzaría a proporcionar apoyo material a los rebeldes que buscan derrocar al gobierno sirio. Participó el Congreso en esta decisión de tomar partido sobre lo que puede convertirse en una guerra civil a toda regla? ¿Y qué decir de los informes sobre las Fuerzas Especiales de Estados Unidos que ya pueden estar operando dentro de Siria? Sin embargo, el Congreso se sienta en silencio mientras su autoridad se ve socavada. ¿Alguien realmente se pregunta por qué los cifras de aprobación del Congreso son tan bajas?

Muchos de mis colegas que estaban cerca del entonces presidente Bush cuando utilizó los militares como una especie de “Ejército del Rey”, ahora piden que el Congreso actúe en contra de dicho Presidente por admitir abiertamente que esa era su intención. Estoy de acuerdo en que es hora de que el Congreso actúe en respuesta a estos ataques a nuestra Constitución, pero la solución es simple y está en la Constitución. La solución es simplemente votar a favor de retener los fondos, ya que el Congreso tiene el poder de la bolsa. No hay más dinero para guerras no declaradas!