Por Mark Thornton. (Publicado el 24
de marzo de 2010)
Traducido del inglés. El artículo
original se encuentra aquí: http://mises.org/daily/4177.
[Escrito
presentado la conferencia “Birth and Death of the
Fed" en Jekyll Island, Georgia, 26-27de febrero de 2010]
En febrero de 2004, publiqué un artículo titulado “Greenspam”. La
lección era no escuchar el falso testimonio de Greenspan. Borrarlo de la mente
como mensajes de spam de correo electrónico. Ver lo que ha hecho y lo que está
haciendo, para proteger to riqueza y capital. Olviden todo lo que lean sobre su
testimonio, excepto las preguntas y comentarios del congresista Paul.
Esta charla será un seguimiento de
ese artículo. Describiré a la banca central como una estafa. La Reserva Federal
juega con nosotros como un estafador. Una estafa (también conocido como engaño,
trile o timo) se define como un intento de defraudar a una persona o grupo
ganándose su confianza. La víctima es conocida como el primo, el que realiza la estafa es el timador y los cómplices son los cebos.
Los timadores explotan las características humanas como la avaricia, la
vanidad, la honradez, la compasión, la credulidad y la ingenuidad. El factor
común es que el primo confíe en la buena fe del timador.
Ahora me concentraré en la estafa
básica de la Fed de tratar de ganarse y mantener nuestra confianza en su
sistema y hacer que no tomemos las debidas precauciones contra los efectos
negativos de sus políticas.
La inflación es indudablemente un
engaño y parte de la estafa: imprimir dinero y rebajar el valor de los activos
denominados en dólares beneficiando simultáneamente a amigos y cómplices
políticos es sin duda un fraude que podría clasificarse como estafa. ¡Es
incluso más cierto porque cuando la gente acabe perdiendo la confianza en el
sistema de la Fed y se dé cuenta de lo que está haciendo ésta, se acabará el
juego, el dólar bajará y la Fed terminará!
Hay algunos aspectos básicos más de
la naturaleza fraudulenta de la Fed de los que no me ocuparé aquí. ¿Es la Fed
una “conspiración”? Es un aspecto del que se ocupa probablemente con mayor
detalle el libro de Edward Griffin, The
Creature from Jekyll Island. ¿O es la Reserva Federal solo una tapadera
para un cártel bancario? De este aspecto se ocupa en detalle la obra de Murray
Rothbard.
Dejaremos aparte otros asuntos
fraudulentos de la Fed. Asuntos como ¿por qué no se ha auditado la oferta de
oro de la nación durante décadas? ¿Por qué la propia Fed no ha sido auditada
adecuadamente? Y ¿ha estado la Fed manipulando el mercado del oro o prestando
subrepticiamente la oferta de oro de la nación? Supongo que todos estos asuntos
están relacionados con la estafa general básica, pero no son necesarios para lo
que estamos comentando hoy.
El enfoque básico estará ahora en
la misión de la Fed de instaurar en nosotros confianza en la economía al tiempo
que instaura en nosotros confianza acerca de las capacidades de la propia Fed.
La primera misión es fácil de ver porque lo funcionarios de la Fed son casi
siempre optimistas y casi nunca públicamente pesimistas respecto de la
economía. La economía siempre se ve bien, cuando no estupenda. Si hay algunos
problemas, no hay que preocuparse, la Fed acudirá al rescate con carros de
dinero, tipos de interés más bajos y crédito fácil. Si las cosas se ponen peor,
lo que no pasará, la Fed será capaz
de responder con armas monetarias de estimulación masiva.
Todo esto es coherente con el punto
de vista de los economistas de la corriente principal que ven el ciclo
económico como causado por problemas psicológicos y sacudidas al azar. En su
opinión, es culpa tuya por convertirte en demasiado especulativo y arriesgado y
luego caer en la aversión al riesgo y la depresión. ¡Es culpa tuya!
También limitaré mi análisis en
términos de tiempo. Cuando empecé a preparar la materia de esta charla (hace
muchos meses), la única razón por la que se limitó a 2007 fue que fue el
periodo anterior a la aparición de la crisis actual. La crisis se reveló
finalmente en 2007. Con todos los datos a su disposición, sin duda la gente
habría estado advirtiendo a la gente para que se preparara para lo que se
avecinaba. De hecho, podemos probablemente elegir cualquier periodo y encontrar
el sentimiento constantemente optimista expresado por la comunidad establecida.
No tenía declaraciones o testimonios concretos en mente cuando se eligió el
título de la charla, solo la convicción de que “estafa” era una parte coherente
y segura de cómo opera la Fed.
También limito mi análisis a los
principales cargos de la reserva Federal. Después de todo, es su estafa. Sin
embargo podríamos extender asimismo la investigación y encontrar seguramente
declaraciones y testimonios similares de otros cargos en el Departamento del
Tesoro y la Casa Blanca, así como de defensores y promotores de malas
inversiones desde Wall Street al complejo inmobiliario. Lo que haré aquí es
cortar y pegar sus palabras y presentar lo más destacado de sus discursos. Como
cabe prever, sus testimonios y discursos son muy matizados y cautelosos.
Bernanke
“Banca
central y supervisión bancaria en Estados Unidos” – Discurso realizado en
la reunión anual de la Allied Social Science Association en Chicago el 5 de
enero de 2007
Empecemos a principios de 2007 con
el presidente de la Fed, Ben Bernanke. El antiguo profesor de economía de Princeton
dio un discurso
en la reunión anual de la American
Economic Association. Bernanke es el primer presidente de la Fed que procede de
la universidad desde Arthur Burns. Fue Burns el que nos ayudó a abandonar el
patrón oro. ¡Dios sabe adónde nos lleva Bernanke!
Al dirigirse a sus colegas
economistas de la corriente principal, Bernanke fue inusualmente descarado al
describir el acceso y capacidad de Fed al uso de información y datos referidos
a los mercados financieros. Este conocimiento y experiencia incluye el mercado
de activos derivados y garantizados. Describe a la Fed como una especie de
superhéroe para los mercados financieros. Al explicar el papel de la Fed como
reguladora jefe de los mercados financieros, hace poderosas afirmaciones
respecto de la capacidad de la Fed de identificar riesgos, anticipar crisis
financieras y responder efectivamente a cualquier reto financiero.
Muchas grandes corporaciones
bancarias son participantes complejos en los mercados financieros, incluyendo
los mercados de activos derivados y garantizados. Al monitorizar y analizar las
actividades de estos bancos, la Fed obtiene información valiosa acerca de
tendencias y el discurrir actual de estos mercados. Junto con el conocimiento
obtenido mediante su política monetaria y sus actividades de pago, la
información obtenida a través de estas actividades de supervisión da a la Fed
una compresión excepcionalmente amplia y profunda del discurrir de mercados e
instituciones financieros. (…)
Con su capacidad como banco
supervisor, la Fed puede obtener información detallada de estas instituciones
acerca de sus operaciones y prácticas de gestión del riesgo y realizar las
acciones necesarias para ocuparse de riesgos y deficiencias. La Fed es asimismo
o bien el supervisor directo o paraguas de varios grandes bancos comerciales
que son críticos para el sistema de pagos mediante sus actividades de
compensación y liquidación.
En otras palabras, la Fed lo sabe
todo acerca de los mercados financieros. Pero la cosa empeora:
Sin embargo, en mi opinión, los mayores beneficios externos de las
actividades supervisoras de la Fed son los relativos al papel de la institución
en prevenir y gestionar crisis financieras.
En otras palabras, la Fed puede
prevenir la mayoría de las crisis y gestionar las que se produzcan.
Finalmente, el amplio rango de las
actividades de la Fed en los mercados financieros, incluyendo no solo la
supervisión bancaria y sus roles en el sistema de pagos pero también la
interacción con los operadores primarios y la monitorización de los mercados de
capitales asociados con la realización de la política monetaria, han dado a la Fed un amplia y única
experiencia en evaluar y responder ante dificultades financieras emergentes.
En otras palabras, la Fed es una
previsora experimentada y de largo alcance de las crisis financieras. Es una
afirmación fuerte dado el desastroso historial de Bernanke en pronosticar
acontecimientos a corto plazo.
El presidente Bernanke es
tristemente famoso en Internet por el vídeo en YouTube que atestigua su visión
de color de rosa de la crisis que se desarrollaba entre 2005 y 2007. Negaba que
hubiera una burbuja inmobiliaria en 2005, negaba que los precios de las
viviendas pudieran bajar significativamente en 2005 y que afectara a la
economía real y al empleo en 2006 y trataba de calmar los miedos respecto del
mercado de hipotecas subprime. Declaraba que esperaba un crecimiento y
fortalecimiento razonable en la economía en 2007 y que el problema en el
mercado subprime (que ya se había presentado) no impactaría en el mercado
hipotecario en general. A mediados de 2007 declaraba que la economía global era
fuerte y predecía una rápida vuelta al crecimiento normal en Estados Unidos.
Recuerden que los austriacos estaban escribiendo acerca de la burbuja
inmobiliaria, sus causas y los posibles resultados ya en 2003.
Probablemente la peor de las
declaraciones de Bernanke se produjo en 2006, cerca del cénit de la burbuja
inmobiliaria y en un momento en que todas las manipulaciones hipotecarias
exóticas estaban en pañales. Era la era de la hipoteca subprime, la hipoteca
con solo intereses, el préstamo sin documentación y el apogeo de los títulos
con garantía hipotecaria. El nuevo presidente de la Fed admitía la posibilidad
un “crecimiento más lento en los precios de las viviendas”, pero declaraba
confiadamente que si esto ocurriera sencillamente bajaría los tipos de interés.
Bernanke también declaró en 2006
que creía que el mercado hipotecario era más estable que en el pasado. Apuntaba
en particular que “nuestros inspectores nos dicen que los patrones de préstamos
son en general sólidos y no son comparables a los patrones que contribuyeron a
amplios problemas en el sector bancario hace dos décadas. En concreto, se han
mejorado las prácticas de tasación inmobiliaria”.
Amigos míos, esto es la Fed.
Tomamos un presupuesto de 100.000 millones de dólares, miles de economistas y
estadísticos, añadimos todos los datos económicos, incluyendo información
detallada relativa a toda gran empresa financiera y ¿qué tenemos? Producción de
respuestas constantemente erróneas o respuestas que están pensadas para
mantener la “confianza” del ciudadano medio.
Mishkin
Menos de dos semanas después del
discurso de Bernanke ante la American Economic Association, su colega académico
Fred Mishkin, gobernador del Consejo de la reserva Federal, subió al estrado
del Forecaster's Club de Nueva York. Importante economista y experto de la
corriente principal, Mishkin se dirigió al grupo sobre el tema “Gestión del
riesgo empresarial y concesión de hipoteca”.
Empieza:
En los últimos diez años hemos visto
subidas extraordinarias en los precios de las casas (…) pero (…) es
extremadamente difícil decir si están por encima de su valor fundamental. (…)
Sin embargo, cuando los precios de los activos aumentan de forma explosiva
siempre parece una preocupación de que pueda estar creándose una burbuja y que
su estallido pueda llevar a una brusca caída de precios que pueda dañar
seriamente la economía. (…)
El tema es aquí el mismo que se
aplica a cómo deberían responder en general los bancos centrales a potenciales
burbujas en precios de activos: Como los consecuentes desplomes de estos
precios de activos podrían ser altamente dañinos para la economía (…) ¿debería
la autoridad monetaria tratar de pinchar, o al menos ralentizar el crecimiento,
de las burbujas que se produzcan?
Creo que la respuesta es no.
En otras palabras, si la Fed no
está preocupada, usted tampoco debería estarlo.
No cabe duda de que las burbujas en
los precios de los activos tienen efectos negativos potenciales en la economía. El alejamiento de los precios de los
activos de los fundamentales puede llevar a inversiones inapropiadas que disminuyan
la eficiencia de la economía.
En otras palabras, hay algunos
problemas teóricos con las burbujas- Pero Mishkin tiene una teoría que dice que
las burbujas no pueden existir.
Si el banco central no tiene ventaja
informativa, y si sabe que se ha desarrollado una burbuja, también lo sabrá el
mercado y la burbuja estallará. Así que cualquier burbuja que pueda ser
identificada con certidumbre por parte del banco central es poco probable que
se desarrolle mucho más.
Luego cuenta a sus oyentes que en
el improbable caso de una burbuja, realmente no sería un problema:
Los desplomes en los precios de los
activos pueden a veces llevar a serios episodios de inestabilidad financiera.
(…) Aún así hay varias razones para creer que esta preocupación acerca del
estallido de burbujas puede ser exagerada.
Para empezar, el estallido de burbujas
en precios de los activos a menudo no llevan a una inestabilidad financiera.
(…)
Hay incluso razones más fuertes para
creer que un estallido de una burbuja en los precios de la vivienda es poco
probable que produzca una inestabilidad financiera. Los precios de las
viviendas son mucho menos volátiles que los de las acciones, las caídas tras
subidas no son lo normal y las caídas que sí se producen normalmente son
relativamente pequeñas. (…) Por tanto, las caídas en los precios de las
viviendas son mucho menos probables que causen pérdidas a las instituciones
financieras, las tasas de morosidad de las hipotecas residenciales normalmente
son bajas y las tasas de recuperación en las ejecuciones son altas. No es
sorprendente que las bajadas en los precios de las viviendas no hayan llevado
generalmente a inestabilidad financiera. La inestabilidad financiera que
experimentaron muchos países en la década de 1990, incluido Japón, fueron
causadas por malos préstamos derivaron de caídas en los precios de propiedades
comerciales y no por caídas en precios de viviendas.
Chico, apuesto a que le gustaría
hoy retirar sus palabras. Todo lo que dijo resultó ser falso y debería haber
sabido que todas las suposiciones que utilizó para acallar el miedo e instaurar
confianza sencillamente no eran verdad.
Mi explicación hasta aquí indica que
los bancos centrales no deberían poner un énfasis especial en los precios de
las viviendas u otros activos al dirigir la política monetaria. Esto no
significa que los bancos centrales deban quedarse brazos cruzados cuando esos precios suben de
manera acusada. (…)
Los grandes aumentos de precios en
activos como las viviendas presentan serios retos para los banqueros centrales.
He argumentado que los bancos centrales no deberían dar una importancia
especial a los precios de las viviendas en la dirección de la política
monetaria sino que deberían responder a ellos solo en la medida en que tengan
efectos previsibles en la inflación y el empleo. Sin embargo, los bancos
centrales pueden tomar medidas para prepararse ante posibles inversiones
bruscas en los precios de las viviendas y otros activos para asegurarse de que
no dañarán seriamente la economía.
En otras palabras, a la Fed le
gustan las burbujas. Mishkin dice que la Fed está preparada para protegernos
del estallido de la burbuja, pero evidentemente también estaba equivocado en
ese punto. Por supuesto, nunca se menciona que la Fed cause las burbujas y si
se hace, los funcionarios de la Fed meterán baza para aplastar cualquier idea
de ese tipo.
Kohn
El vicepresidente de la Fed, Donald
L. Kohn minimizaba la posibilidad de una crisis, pero decía:
En un mundo así, sería imprudente
excluir movimientos bruscos en precios de activos y deterioro en la liquidez
del mercado que pusieran a prueba la resistencia de la infraestructura de
mercado y las instituciones financieras.
Aunque estos factores han estimulado
el interés tanto en la prevención como en la gestión de las crisis, el
desarrollo de mercados financieros también ha aumentado la resistencia del
sistema financiero. De hecho, los mercados financieros de EEUU han demostrado
ser notablemente robustos durante algunas de las importantes sacudidas
recientes.
En otras palabras, simplemente
pensar en las crisis las hace menos probables.
La Reserva Federal, en su papel como
banco central, supervisora bancaria y participante en el sistema de pagos, ha
estado trabajando de diversas maneras y con otros supervisores para impedir
crisis financieras. Como banco central, nos esforzamos por promover la
estabilidad económica. Como supervisora bancaria, trabajamos con otros para
mejorar la gestión del riesgo y la disciplina del mercado. Y en el área de
pagos y liquidaciones, hemos estado activos en gestionar nuestro riesgo y
animar a otros a gestionar el suyo.
En otras palabras, la Fed impedirá
cualquier crisis.
La primera línea de defensa contra
las crisis financieras es tratar de prevenirlas. Una serie de nuestros
esfuerzos actuales para animar a prácticas sensatas de toma de riesgos y para
mejorar la disciplina de mercado son una continuación de la respuesta a las
crisis de la banca y las instituciones de ahorro de la década de 1980 y
principios de la de 1990.
“Animar a prácticas sensatas de
toma de riesgos”, ¿he oído bien?
Identificar riesgos y animar a
respuestas de gestión está asimismo en el centro de nuestros esfuerzos por
animar a prácticas de gestión de riesgos en toda la estructura de las empresas
financieras. Esencial para esas prácticas son las pruebas de estrés de carteras
para acontecimientos extremos o adversos. Las pruebas de estrés no son en sí
mismas nada nuevo, pero se han convertido en mucho más importantes. La
evolución de los mercados e instrumentos financieros y la creciente importancia
de la liquidez del mercado para gestionar riesgos ha hecho muy conscientes a los
gestores de riesgo, tanto en el sector público como en el privado, de la
necesidad de asegurarse de que los sistemas de medición y gestión del riesgo de
las empresas financieras están teniendo suficientemente en cuenta el estrés que
no podría haber generado temor hace diez o veinte años.
En otras palabras, el trabajo número uno de la
Fed es impedir acontecimientos “extremos”, ¿o era causar esos acontecimientos?
Una segunda reforma central que
derivó de crisis pasadas fue la necesidad de limitar el riesgo moral de la red
de seguridad extendida para instituciones de depósito garantizadas (una red de
seguridad que se requiere para ayudar a mantener la estabilidad financiera). El
riesgo moral se refiere al incentivo aumentado para tomar riesgos que puede crear
un sistema de seguros. Las aseguradoras privadas tratan de controlar el riesgo
moral, por ejemplo, cargan primas basadas en riesgos e imponiendo franquicias.
En el sector público, las cosas son habitualmente más complicadas.
¡Imagino que lo son! En otras
palabras, la Fed debe refrenarse de rescatar a los mercados o animará al riesgo
y la especulación.
Nunca se ha invocado la excepción de
riesgo sistémico y hay actualmente esfuerzos para rebajar las posibilidades de
que se haga nunca.
Bueno, pienso que ese historial ya
se ha roto… en varios billones de pedazos.
Kroszner
“Innovaciones
recientes en mercados del crédito” – Discurso realizado en el simposio
sobre Mercados del Crédito en la Sucursal de Charlotte del Banco de la Reserva
Federal en Carolina del Norte el 22 de marzo de 2007
El gobernador de la Fed Randall S.
Kroszner era el número uno respecto de la regulación de los mercados
financieros. Era el hombre clave en prevenir cosas como el riesgo sistémico,
pero consideraba que toda esta “innovación” e “ingeniería” financiera era algo
bueno:
Los mercados del crédito han estado
evolucionando muy rápidamente en años recientes. Se han introducido nuevos
instrumentos para transferir el riesgo de crédito y los mercados del préstamo
se han convertido en más líquidos. (…) Todos juntos, estos cambios han
transformado el proceso mediante el que se atienden las demandas de crédito y
se ubican y gestionan los riesgos de crédito. (…) Creo que estos avances en
general han mejorado la eficiencia y la estabilidad de los mercados del crédito
y el sistema financiero en general al hacer a los mercados del crédito más
transparentes y líquidos, al crear nuevos instrumentos para desagregar y gestionar
riesgos del crédito y dispersar más
extensamente los riesgos del crédito. (…)
Los nuevos instrumentos, mercados y
participantes que acabo de describir han producido algunos beneficios
importantes a los mercados del crédito. Me ocuparé de tres de estos beneficios:
mejora en la liquidez y transparencia, la disponibilidad de nuevas herramientas
para la gestión del riesgo de crédito y una mayor dispersión del riesgo de
crédito.
Lo que explica después sin “avances
recientes” como los credit default swaps (CDS) de los cuales los que “están
creciendo más rápido y son más líquidos” son los índices de derivados de
créditos que incluyen cosas como paquetes de hipotecas residenciales subprime.
Dice que: “De entre los derivados de créditos más complejos, los credit index tranches aparecen como un
importante avance”.
Continua indicando que,
históricamente, los mercados secundarios no eran líquidos ni transparentes
(¡los bancos tenían sus propios préstamos!). Ahora se han mejorado la liquidez
y la transparencia. Esto promueve una mejor gestión del riesgo ya que el riesgo
se mide y se le da precio de una forma mejor porque los participantes en el
mercado tienen mejores herramientas para gestionar el riesgo. El resultado ha
sido una “más amplia dispersión del riesgo”.
A la vista de esto, una más amplia
dispersión del riesgo parece favorecer la estabilidad del sistema financiero al
reducir la probabilidad de que impagos en los créditos debiliten a ninguna
institución financiera o clase de instituciones financieras.
Sí, hay algunas preocupaciones,
pero la mayoría de éstas están “basadas en suposiciones discutibles”. Sí, hay
riesgo, que es el riesgo que ha estado siempre por ahí: ahora podemos
intercambiar este riesgo entre nosotros. No hay “nada fundamentalmente nuevo para
los inversores (…) los índices de derivados del crédito simplemente reproducen
el tipo de exposición al crédito que ha existido siempre”. Además, recordemos
que este riesgo disminuye mucho porque los prestamistas requieren a los
tomadores aportar un colateral.
De lo que Kroszner no se ha dado
cuenta es de que al permitir a las instituciones dispersar sus riesgos, los
reguladores han animado y permitido un enorme aumento en la cantidad agregada
de riesgo. Cuando los bancos mantenían sus préstamos propios en sus cuentas,
tenían cuidado en hacer préstamos prudentes, pero con dinero casi gratis
disponible en la Fed, querrían dar más créditos y la única forma de hacerlo es
dando créditos más arriesgados. No querrían quedarse con los préstamos de
riesgo, así que lo “dispersarían”.
Kroszner decía a su audiencia que
el mercado ya experimentó una sorpresa en mayo de 2005, pero que desde entonces
se ha empleado mucha energía por parte de los participantes en el mercado para
mejorar la gestión del riesgo.
No tenemos que preocuparnos, nos
dice Kroszner, porque Gerald Corrigan está al cargo de asegurarse de que nada
va mal. Corrigan (antiguo presidente de la Fed de Nueva York y director
ejecutivo en la Ofician de la Presidencia de Goldman Sachs) ha estado al frente
de un grupo del sector privado que controla “la política de gestión del riesgo
en las contrapartes” para el sector financiero.
Las iniciativas cooperativas como
[ésta liderada por Corrigan] pueden contribuir grandemente a garantizar que
estos desafíos se afrontan con éxito identificando prácticas efectivas de gestión del riesgo y
estimulando la acción colectiva cuando sea necesario. (…) El reciente éxito de
esas iniciativas fortalece mi confianza en que futuras innovaciones en el
mercado servirán para mejorar la eficiencia y estabilidad del mercado, a pesar
de las dificultades que acompañan inevitablemente al cambio.
Buscando más adelante, encontramos
a Kroszner aún optimista el mismo año.
“Gestión
del riesgo y supervisión económica” – Discurso realizado en la Conferencia
sobre Mercados competitivo y regulación efectiva en el Institute of International Finance en Nueva
York el 16 de noviembre de 2007
Mirando más adelante, la situación
actual de la política monetaria debería ayudar a la economía a pasar el mal
trago [sí, lo llamó el mal trago] durante el próximo año, con un crecimiento
que probablemente vuelva a su tipo sostenible a largo plazo. A medida que se
normalizan gradualmente las condiciones en los mercados hipotecarios, las
ventas de viviendas deberían repuntar y es probable que los constructores
progresen en la reducción de sus excesivos inventarios. Con el desvanecimiento
de la rémora del sector inmobiliario, el crecimiento del empleo y las rentas
debería repuntar y apoyar incrementos algo mayores en gasto de consumo. Y a
medida que se expanda la demanda de los consumidores domésticos y nuestros
socios exportadores, podrían esperarse aumentos en la inversión empresarial que
siguen en general el ritmo del aumento en el consumo.
A lo largo del siguiente año, el
Dow perdería 6.000 puntos; hoy hemos doblado la cantidad de desempleo,
añadiendo más de 7 millones de parados. La confianza del consumidor alcanzó el
mínimo en 27 años esta semana y las ventas de viviendas nuevas llegaron al
nivel más bajo en medio siglo (¡el nivel más en la historia!). Kroszner, un
economista formado en el Institute for Humane Studies, ha vuelto desde entonces
a la Universidad de Chicago y a la dirección del Centro George Stigler.
Conclusión
Podemos ver que la Fed es una
estafa. Sus pronunciamientos públicos, aunque muy matizados y elusivos,
presentan constantemente al pueblo estadounidense un escenario de color rosa de
la economía, el futuro y la capacidad de la Fed de gestionar el mercado. Ben
Bernanke dijo al Congreso esta semana que estamos en las primeras etapas de una
recuperación económica. Por supuesto, ha venido diciendo esto desde la
primavera de 2009 (si no antes).
Son la gente que decía que no había
burbuja, que no había peligro de crisis financiera y luego que la crisis
financiera no impactaría en la economía real. Son la misma gente que decía que
necesitaban un rescate multibillonario del sector financiero o tendríamos un
serio problema en la economía. Consiguieron su rescate y tuvimos de todas
formas el serio problema. Es hora de hacer que este juego, esta estafa, se
acabe.
Mark Thornton es miembro residente
senior en el Instituto Ludwig von Mises en Auburn, Alabama, y es editor de la
crítica de libros del Quarterly Journal of Austrian Economics. Es autor de The
Economics of Prohibition, coautor de Tariffs,
Blockades, and Inflation: The Economics of the Civil War y editor de The
Quotable Mises, The Bastiat Collection y An Essay on
Economic Theory.
Este artículo está basado en un escrito
presentado la conferencia “Birth and
Death of the Fed" en Jekyll Island, Georgia, 26-27de febrero de 2010.